En la denuncia afirma que fue abordado por los agentes motorizados en las inmediaciones de las avenidas Artigas y Perú y que, al carecer de sus documentos, le pidieron en compensación G. 200.000.
El joven siguió relatando que explicó a los uniformados que no contaba con ese dinero, pero que podía ir a traerlo de su casa.
Los policías habían aceptado la proposición, pero le habrían exigido que dejara su teléfono celular “como garantía”.
Cuando volvió del cajero, afirma que ya no encontró a los agentes. Al llamar a su teléfono celular, este ya daba apagado, según manifestó.
Desde la comisaría indicaron que se revisarán imágenes de cámaras de seguridad que están instaladas en la zona, para esclarecer este hecho que involucra a uniformados.