“La llama que se encendía en una mesa de planchar me pedía socorro”, según expresiones de la dueña de una mesa de planchar que se quemaba. Luego de haberse apagado el fuego, quedó impregnada en la estructura una figura del rostro de Jesucristo. Es el llamativo suceso que se produjo en horas de la madrugada de ayer en una zona del barrio Chacarita.
Pese al inicio del fuego en la tabla de planchar, la casa de la afectada, Bianca Corrales, no se quemó, aun cuando está construida con maderas y techo de zinc con un tamaño de 4x4, además de haber objetos inflamables.
En la noche del viernes, Corrales, de 20 años, madre de dos criaturas, se encontraba viendo la televisión con una vecina y sus hijos. Su marido, Alberto Zárate, salió a la calle a beber con unos amigos y luego la joven salió a llamarlo, pero cuando volvió encontró que su mesa de planchar –que estaba recostada en una cómoda– se estaba quemando.
Del susto quiso reaccionar, pero al instante el fuego se extendió hacia ella y pidió socorro, según Bianca.
Asustada, la mujer salió corriendo de la casa y se desmayó, pero al recuperarse pudo llamar a sus vecinos, quienes llegaron apuradamente y vieron que la mesa se quemaba. La llama desapareció cuando intentaron apagarla.
En ese momento, una figura del rostro de Jesucristo se impregnó en la parte quemada, quedando muy sorprendidos los vecinos del lugar. Cuando la Policía de la comisaría Quinta llegó, junto con la prensa, encontraron que ni la plancha estaba caliente, presumiendo que pudo haber sido otro el motivo del incendio. Los moradores ubicaron ya frente a la mesa de planchar una vela prendida.