Sucesos
Jefe de Tránsito mata a palos a 150 perros e incita a niños a participar en la matanza
Jakob Regier, quien se desempeña como Jefe de Tránsito de la Comuna de Neuland, Chaco paraguayo, habría matado a palos y con un caño de acero a 150 perros de la comunidad indígena Cayin. El hombre, según denuncian, incitó a niños a participar de la matanza.
La denuncia del hecho llegó vía e-mail a Adriana Closs, directora de Comunicación y Prensa de la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia, ya que involucró a niños.
La persona que proporcionó la información y las fotos pidió no ser identificada por motivos de seguridad.
El caso ocurrió en el barrio obrero indígena nivacle, Cayin o Clim, de la colonia mennonita Neuland, en el Chaco paraguayo.
Según el denunciante, desde hace varios años se lleva a cabo esta práctica - la eliminación de perros - amparada por una resolución de la Junta Comunal de Vecinos de la zona, pero no a palos, de manera salvaje, ni públicamente. Mucho menos dando participación a la comunidad.
El pasado lunes 14 de marzo, según la denuncia enviada a la Secretaría de la Niñez y Adolescencia, la eliminación de los animales no se realizó como debía haber sido, ya que la ordenanza establece que los perros deben ser recolectados vivos, y llevados a un lugar alejado para su sacrificio.
Jakob Regier, mennonita, jefe de la Policía Municipal Tránsito de Neuland y presunto autor del hecho, habría ingresado con su camioneta y un acoplado a la comunidad indígena Cayin vestido con ropa civil, atropellando y exigiendo a las familias a entregar sus perros, según se especifica en la denuncia.
"Los perros fueron atados con una piola y llevados a la camioneta del señor Regier, frente a sus dueños y frente a niños menores de edad que lloraban. Los animales fueron golpeados brutalmente con palos y con un caño de acero hasta su muerte", detalla textualmente la información provista por el denunciante.
Pero lo más grave del hecho, es que Regier, presunto autor del hecho, incitó a niños indígenas de entre 8 a 13 años, a participar en la cruel matanza, ofreciéndoles palos y caños de acero para hacerlo.
Finalmente estos no lo hicieron, ya que fueron protegidos por sus padres, pero observaron de cerca el hecho protagonizado por el hombre.
"Parece que los grandes no quieren aprender a matar a sus perros, ahora que aprendan los chicos", apuntaba Jakob Regier mientras asesinaba a los animales, apunta la denuncia.
Los líderes indígenas de esta comunidad autorizaron hace varios años la eliminación de los animales - una vez al año - , ya que constituye un problema la sobrepoblación de perros, y que incluso hubo casos graves de mordedura.
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