Si bien la última reforma tributaria hecha en el 2019 está mostrando sus primeros resultados este año, con una leve mejoría en la recaudación de los impuestos directos, siguen siendo los consumidores quienes sostienen al Fisco en plena recuperación de la economía.
El informe de situación financiera del Estado, presentado el jueves pasado por el Ministerio de Hacienda, indica que de cada G. 100 que recaudaron la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y la Dirección Nacional de Aduanas entre enero y agosto del 2021, el 74% provino de obligaciones que gravan el consumo, en mayor medida por el impuesto al valor agregado y en menor, por el impuesto selectivo al consumo.
Estos dos gravámenes dejaron a las arcas del Estado G. 12,4 billones (USD 1.798,5 millones) en lo que va del año, de un total ingresado de G. 16,8 billones (USD 2.444 millones).
El restante 26% corresponde a los impuestos directos. Entre estos se encuentran los impuestos a la renta empresarial, a la renta personal y a los dividendos y utilidades (ver la infografía). Ante esta realidad, suman las voces de tributaristas en contra de seguir “apretando el torniquete” a los contribuyentes del IVA. Esto, tras el anuncio hecho por la SET sobre el endurecimiento de los controles a las deducciones de ese impuesto desde el 2022.