“Quería tener una familia, construir algo, ser un ciudadano libre como todos los demás. Hace 30 años era joven, hoy soy viejo. Me lo robaron todo. Ahora descansaré, al menos mentalmente”, dijo Beniamino Zuncheddu en una conferencia de prensa horas después de la sentencia de absolución.
Zuncheddu, de 58 años, había sido condenado a cadena perpetua por un triple homicidio ocurrido en 1991, pero anoche el Tribunal de Apelación de Roma retiró los cargos después de que se demostrase que el responsable policial de la investigación en el momento de los hechos manipuló al testigo principal.
Se trata del “mayor error judicial en la historia republicana. Casi 33 años tras las rejas, 12. 000 días de privaciones, sufrimiento, dolor, lejanía de sus seres queridos y de su vida”, según Errorigiudiziari.com (Erroresjudiciales.com), que se ocupa de errores judiciales y que estuvo presente en el proceso de apelación.
“Me sentía como un pajarito enjaulado. Los miraba a la cara y me preguntaba por qué. Ni siquiera ahora entiendo por qué”, aunque “nunca he sentido odio o rabia” porque “los jueces cometen errores”, explicó a los medios en una comparecencia en la sede del Partido Radical, que le ayudado en su defensa.
El antiguo pastor sardo se encontraba en libertad desde el pasado 25 de noviembre, cuando el tribunal suspendió la condena después de que el único testigo de la matanza cambiase su versión de los hechos.
“En la cárcel siempre me decían: si te arrepientes te daremos la libertad. ¿Pero de qué iba a arrepentirme si no hice nada?. No acepté”, explicó, antes de dar las gracias “al partido radical, a quienes me rodean, a mis familiares, a mi pueblo, Burcei”, cuyo párroco, después de la sentencia, hizo sonar las campanas.
Zuncheddu fue condenado por el asesinato a tiros de Gesuino Fadda, de 56 años; su hijo Giuseppe, de 24; y su empleado Ignazio Pusceddu, de 55, mientras que el yerno de Fadda, Luigi Pinna, de 29, resultó gravemente herido y se convirtió en el único testigo del triple homicidio ocurrido en la isla de Cerdeña el 8 de enero de 1991 .
Durante el juicio, Pinna, quien en el momento de los hechos acusó al pastor, que ya estaba detenido, y confesó: “Hace 33 años, antes de realizar la identificación de los sospechosos, el agente de policía que dirigía la investigación me mostró la foto de Zuncheddu y me dijo que él era el culpable de la masacre”.
“Según nuestros datos, en los últimos 32 años, las víctimas de errores judiciales y detención injusta han sido en total 30. 778. Cada día en Italia terminan en prisión 3 personas inocentes, una cada 8 horas. Y para compensarla, el Estado ya ha gastado 933 millones de euros, a un ritmo de 55 euros por minuto”, dijo Errorigiudiziari.com.
Fuente: EFE