AFP
GÉNOVA - ITALIA
El Gobierno decretó ayer el estado de emergencia en Génova y prometió revocar el contrato con la empresa concesionaria de las autopistas acusada de aplazar los controles y el mantenimiento del controvertido viaducto que se desplomó causando la muerte de al menos 39 personas.
Pese a que los equipos de rescate trabajaron sin descanso toda la jornada entre los bloques de cemento del puente Morandi y los restos de los vehículos que cayeron al vacío desde una altura de unos 50 metros, el balance de muertos y heridos no se modificó.
En total 39 personas, entre ellos tres chilenos residentes desde hacía décadas en Génova que viajaban en el mismo automóvil, un colombiano y un peruano figuran entre los muertos. Familias enteras que atravesaban el céntrico puente perdieron la vida mientras cruzaban el viaducto ubicado en una zona urbana y que conecta con una autopista hacia Francia. Al término de un consejo de ministros extraordinario celebrado en Génova, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, decretó el estado de emergencia en la ciudad por 12 meses y adjudicó un fondo de 5 millones de euros.
Conte decretó también una jornada de duelo nacional y confirmó que el Gobierno va a revocar el contrato de concesión de las autopistas a la firma Autostrade, en 30% propiedad de la familia Benetton. Horas antes el Gobierno exigió la dimisión de los directivos de la firma responsable del mantenimiento del puente que se desplomó. Se trata de las primeras medidas oficiales que toma el Gobierno populista un día después del dramático desplome del viaducto de la autopista de Génova. Unos 200 metros del llamado puente Morandi, 1.182 metros de longitud y una altura de 90 metros, se vinieron abajo y sepultaron bajo los escombros y bloques de cemento a 30 vehículos, entre ellos tres camiones.