El ejército se prepara para una operación de una semana, indicó un portavoz militar israelí. “Actualmente no hay negociaciones con vistas a un alto el fuego”, añadió.
Israel bombardea el enclave palestino desde el viernes en un ataque preventivo ante posibles represalias por la detención de un líder de la Yihad Islámica en Cisjordania.
Alega que sus ataques están dirigidos a sitios de fabricación de armas de ese grupo armado alineado con el movimiento Hamás que gobierna Gaza desde 2007, si bien a menudo actúa de forma independiente.
En esos bombardeos fue abatido el viernes Taysir al Jabari ‘Abu Mahmud’, uno de los principales líderes de la organización incluida en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea.
Según las autoridades de Gaza, al menos 15 personas han muerto en los ataques, entre ellos ‘Abu Mahmud’ y una niña de cinco años, y más de 120 resultaron heridas.
En represalia, el brazo armado de la Yihad Islámica lanzó más de 100 cohetes hacia Israel, afirmando que se trataba de una respuesta inicial. La jornada de ayer estuvo marcada por nuevos bombardeos y disparos de cohetes, que hasta ahora no dejaron víctimas del lado israelí.
Allí los civiles se escondían en refugios antiaéreos, con sirenas alertando de la llegada de fuego en el área de Tel Aviv el sábado por la noche, según periodistas de AFP. Un partido amistoso de pretemporada entre el español Atlético de Madrid y el italiano Juventus que debía jugarse en Israel fue suspendido por motivos de seguridad, anunciaron los dos equipos el sábado.
En Gaza, la única central eléctrica tuvo que cerrar por falta de combustible, debido al bloqueo de las entradas del enclave por Israel desde el martes.
Horas “difíciles”. El Ministerio de Sanidad dijo que las próximas horas serán cruciales y difíciles, y advirtió que corre el riesgo de suspender servicios vitales en 72 horas como resultado de la falta de electricidad. La ofensiva israelí se produjo tras la detención el lunes en Cisjordania de dos altos cargos de la Yihad Islámica, entre ellos, Basem al Saadi, a quien Israel acusa de orquestar recientes ataques.
Las fuerzas israelíes también detuvieron el sábado a 19 miembros del grupo en Cisjordania, territorio ocupado por Israel desde 1967.
El líder de la Yihad Islámica en Gaza, Mohamed Al Hindi, aseguró que “la batalla no ha hecho más que empezar”.
Pero pese a que la ofensiva ha generado temores de una escalada, Jamal al Fadi, profesor de Ciencias Políticas en la universidad Al Azhar de Gaza, cree que la violencia terminará “en unos días”.
“La Yihad Islámica está reaccionando de forma limitada y con ello impide que la ocupación (israelí) intensifique sus ataques aéreos”, declaró a la AFP.
Los próximos movimientos de Hamás podrían ser determinantes. Mairav Zonszein, analista principal del grupo de expertos International Crisis Group, dijo que a Hamás actualmente le interesa mantenerse al margen, ya que recientemente ha obtenido más ayuda económica para los habitantes de Gaza. “Pero si mueren más civiles, se sentirá obligado a responder”, dijo.