El fiscal anticorrupción Luis Piñánez inició una investigación penal en contra de su colega Patricia Filippi, quien supuestamente adulteró un acta de procedimiento policial y así dejó libre a un presunto tortolero que fue detenido en un allanamiento realizado por los agentes de la Sección Robos.
El 15 de mayo de 2012, una víctima de hurto había denunciado el hecho. El 28 de junio de ese año, un grupo de policías realizó dos allanamientos en Barrio Obrero, Asunción, y se incautó de varias evidencias, así como de una camioneta Mitsubishi. Allí fueron detenidos Emilio Aguilera y José Miguel Escobar, pero este quedó libre esa misma tarde.
Cuando los policías fueron a declarar, se encontraron con que el acta había sido adulterada y que hicieron un copy paste de la firma de los policías en otra hoja. Además, la parte del acta referente a las evidencias tampoco figuraba en la carpeta fiscal. Incluso, en el documento supuestamente adulterado no aparece la firma del jefe de la comisaría jurisdiccional, como sí aparece en el que tiene la Policía. Filippi y el asistente fiscal Manuel Román Barrientos son los firmantes en ambos documentos de la fiscalía, cuyas rúbricas sí aparecen.
El caso primero pasó por Inspectoría General, luego por Auditoría General y ahora la Fiscalía abrió la causa penal.
