El anuncio de la construcción de un gran plan inmobiliario y complejo hotelero, turístico y casino en la isla San Francisco, en la zona de Remanso, junto al río Paraguay, a cargo del grupo empresarial Vimérica SA, con capital paraguayo y estadounidense, despertó saludables expectativas en varios sectores por el volumen de la inversión (estimada inicialmente en 150 millones de dólares) y por la oferta laboral (unos 5.000 puestos de trabajo durante la construcción y 1.500 empleos directos, una vez que entre en operación), lo que permitiría impulsar el desarrollo en la región.
Los conflictos, sin embargo, empezaron muy pronto. Organizaciones de pescadores denunciaron que el proyecto afectaba directamente a su actividad laboral tradicional. Posteriormente, grupos de vecinos alertaron que las obras estaban dañando gravemente el entorno ambiental.
En abril de 2019, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) otorgó una Declaración de Impacto Ambiental para el refulado (extracción de arena para rellenar otro sector) de una superficie de 37 hectáreas y 5.000 m2 para nivelar el terreno.
Los pobladores denunciaron que la arena que se estaba extrayendo era parte de un islote ubicado junto a la isla San Francisco, hábitat de aves y de otras especies de fauna, y que la extracción lo estaba empezando a desaparecer.
Tras muchos reclamos, el Mades inició la fiscalización. En agosto del 2019, se constató la extracción de “un banco de arena tipo islote con presencia arbustiva, modificando su condición natural”. En otra intervención, el 24 de octubre de 2019, se describe: “El islote ya se encuentra dividido en dos bloques y en su condición natural era uno solo”. Agrega que en el área existía presencia de aves y otras especies asociadas al cauce hídrico.
El 11 de noviembre, el Mades inició el sumario administrativo contra la firma Signature Refulado y Vimérica SA, determinando que el refulado no debía extraer arena del islote.
El sumario fue suspendido el 17 de diciembre con el argumento de que en realidad no se trataba de un islote, sino de un banco de arena. El sumario fue archivado.
Las denuncias llegaron hasta el Senado, pero las presiones lograron frenar que se haga un pedido de informes a la empresa.
Recientemente, la fiscala Lisa Martínez Amarilla imputó a Rodrigo Iturralde, representante legal de la empresa Vimérica SA, y a Paul Norman Helmers, propietario de la firma Refulados Signature, por los presuntos delitos ambientales. La fiscala fue recusada y el caso está frenado.
A más de un año de trabajos de refulado en la isla, desde la Municipalidad de Limpio reconocieron no haber recibido aún los planos oficiales de lo que será el complejo hotelero, turístico y casino. En Mariano Roque Alonso señalaron que si bien no cuentan con jurisdicción administrativa sobre la isla, tampoco recibieron planos del puente que se plantea desarrollar oficialmente dentro del distrito.
Lo que ocurre es llamativo. Las inversiones empresariales son importantes para aportar al desarrollo, pero deben hacerse con un estricto cumplimiento de las leyes ambientales.
