Hasta el próximo jueves 10 de agosto los asociados del tradicional club social Centenario dispondrán de tiempo para acercarse a firmar un pedido que se elevará a la Comisión Directiva, a fin de que analice la expulsión del diputado José María Ibáñez, socio familiar de la entidad.
Lo que comenzó como una iniciativa personal del asociado Fernando Mernes, indignado por el inminente blanqueo al legislador que admitió todos los cargos en su contra, ayer movilizó a más personas, al materializarse lo que era inminente: el rechazo de la pérdida de investidura del legislador. “Por el discurso que realizó ayer para defenderse durante la sesión, es evidente que no le importa lo que piensa de él la ciudadanía”, expresó Mernes.
Sin embargo, agregó, eso mismo hizo que aumentara la indignación en su contra, lo que pudo comprobar con los diversos mensajes de adhesión que recibió Mernes ayer de gente que aplaude la iniciativa. “Muchísimos socios, inclusive vitalicios, quieren pedir asamblea extraordinaria a la directiva del club para que trate la expulsión de Ibáñez”, dijo.
El diputado fue enjuiciado porque hacía figurar a sus caseros y empleados como funcionarios del Congreso, donde percibían ingresos sin acudir a dicho sitio. A través del recurso de la suspensión condicional del procedimiento, admitió los cargos y se comprometió a donar un generador eléctrico valuado en G. 117.000.000 al leprocomio Santa Isabel.
“La idea es juntar la mayor cantidad de firmas posibles a fin de presentar el pedido para que este señor, que se ríe de nosotros, sea expulsado del club”, dijo Fernando Mernes. Hasta las 15.00 de ayer, el número de firmas había llegado a 130.
Mernes dice que lo importante es expresar la indignación con iniciativas como esta. “Deberíamos extenderla a otros ámbitos”, animó.