19/04/07
“Es una fiesta grande, de alegría y de integración. En esta fecha recordamos a nuestros antepasados y revivimos nuestras tradiciones y nuestra cultura”, dijo a Efe el cacique Andrés, de la comunidad “maká" de Limpio, municipio de las afueras de Asunción.
Andrés explicó que en las danzas de su comunidad, de 1.400 miembros, recrearon “los sonidos que emiten los animales salvajes, los ruidos de la naturaleza. También hicimos un homenaje a la niña que se convierte en mujer, y un baile de integración acompañado con tambores”.
El líder indígena indicó que la celebración sirvió además para reflexionar sobre la situación de marginación y de abandono en que se encuentran las comunidades indias de Paraguay.
“Es preocupante que nuestros jóvenes, a falta de una educación que se centre en nuestra cultura, pierdan el interés por conocer su tradición. La ausencia de asesoramiento hace que las nuevas generaciones se interesen más por otras culturas que nos imponen afuera”, aseveró Andrés.
Pidió a las autoridades paraguayas que asignen a expertos que puedan instruirlos en técnicas de agricultura, en cría de ganado menor y en piscicultura.
“También gente que nos enseñe oficios como carpintería y panadería, para que nuestra gente también esté capacitada como los otros paraguayos y para que no pasemos hambre”, acotó el cacique.
El 4 de abril pasado, un grupo de indios de varias etnias de la región oriental de Paraguay realizaron una manifestación frente a la sede del Instituto Nacional del Indígena (INDI), en Asunción, para exigir mayor asistencia en sus comunidades.
En esa ocasión, alrededor de 250 indios del departamento de Caaguazú, centro del país, exigieron además la compra de un asentamiento de 500 hectáreas.
Un día antes, miembros de la etnia “totobiegosode” del departamento de Alto Paraguay, en la región del Chaco, exigieron al ministro del Ambiente, Carlos López, asegurar jurídicamente una superficie de 100.000 hectáreas de un total de 600.000 con que cuentan luego de denunciar la invasión de productores agropecuarios.
Asimismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado paraguayo, en un falló dado a conocer a mediados del 2006, a restituir en un plazo de tres años una reserva de 18.000 hectáreas a la etnia “enxet”, también del Chaco.
Los miembros de esta etnia fueron expulsados de sus tierras tras la privatización del terreno en 1983.
La población indígena de Paraguay, dividida en 17 etnias, era de 85.674 personas, según el último censo oficial del 2002, lo que representaba alrededor del 1,6 por ciento de los 5,8 millones de habitantes del país. EFE