Hasta el momento, se desconoce el origen del siniestro que afectó la parte edilicia de la escuela. El fuego causó importantes daños, además de pérdidas de materiales didácticos; documentos, muebles y electrodomésticos.
Ante esta desgracia, la comunidad educativa optó por suspender las clases mientras se evalúan los daños sufridos por la institución que alberga a casi 300 alumnos desde el inicial hasta el nivel medio.
El pabellón que resultó afectado por las llamas es la parte más antigua del edificio; pero aún seguía funcionando. Los docentes lamentan la perdida que tuvieron y de inmediato comunicaron del hecho a las autoridades educativas y a la Policía para poder realizar una verificación de la situación en que quedó parte de la escuela indígena de la etnia Maskoy.
Los vecinos se sorprendieron al ver el fuego y fueron los primeros en acudir para sofocarlo con las herramientas que tenían a mano.