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Beirut
El Ejército libanés decretó el toque de queda en Beirut y alrededores para intentar controlar la caótica situación en la capital, tras los enfrentamientos que estallaron entre seguidores pro-gubernamentales y opositores y que se saldó con la muerte de cuatro personas.
Dos estudiantes de la oposición y otras dos personas, una leal al Gobierno, murieron y 35 resultaron heridas, muchas por armas de fuego, en la Universidad Árabe de Beirut, dijeron fuentes de seguridad.
El enfrentamiento que comenzó entre estudiantes con palos y piedras en el campus de la universidad se extendió luego a las calles cercanas. Se transformó en un intercambio de fuego con rifles de asalto y pistolas que involucró a estudiantes y residentes de ambos bandos.
Una campaña de la oposición contra el Gobierno, que está luchando por recuperarse de la guerra del año pasado con Israel, ha elevado las tensiones entre sunitas y chiítas en Líbano, que aún se recupera de una guerra civil entre 1975 y 1990.
No estaba claro de inmediato quién abrió fuego, pero los canales de televisión NBN y Al-Manar, dirigidos por el grupo de la oposición chiíta Hizbulá, culparon a hombres leales al Gobierno, seguidores del líder sunita Saad al-Hariri.
Soldados dispararon al aire intentando dispersar a las multitudes y luego se desplegaron en grandes cantidades, en un esfuerzo por controlar los enfrentamientos. Espeso humo se elevaba en el área, en donde los manifestantes prendieron fuego a autos y neumáticos.
Los efectivos usaron camiones militares para evacuar a decenas de civiles atrapados en las calles por la violencia.
Testigos informaron sobre disparos a los estudiantes desde los tejados en áreas mayoritariamente sunitas y ataques por parte de una turba chiíta en una escuela sunita en otra zona de la capital.
LLAMADO A LA CALMA. Hizbulá emitió un comunicado instando a sus seguidores a retirarse de las calles en los alrededores de la universidad, mientras que Hariri exhortó a sus partidarios a demostrar autocontrol y calma.
El primer ministro, Fouad Siniora, dijo desde París, en donde estaba en una conferencia de donantes: “Insto a todos a que vuelvan a la voz de la razón”.
Los enfrentamientos disminuyeron tras las peticiones, pero por la noche la tensión era alta en varios barrios de Beirut.
US$ 7.600 millones para la ayuda
La comunidad internacional prometió unos 7.600 millones de dólares para ayudar al Líbano a aliviar sus problemas financieros y abordar la reconstrucción tras el conflicto del pasado verano entre Israel y el grupo chií Hizbulá, a la vez que instó a las distintas facciones libanesas a superar sus divisiones.