La Cámara de Diputados, presidida por el diputado Miguel Cuevas, no pudo llevar a cabo su sesión ordinaria que estaba convocada para las 14.00 hs. La ausencia de varios legisladores colorados y liberales dio una mano al diputado Carlos Portillo para que no se realice la primera sesión donde se realizan por lo general pedidos sobre tablas, teniendo en cuenta que ya obra un pedido de pérdida de investidura presentada por los ciudadanos autoconvocados contra el legislador.
Solo 25 diputados estuvieron puntualmente a la hora de que debía iniciar la sesión ordinaria que, al no contar con el cuórum necesario, fue levantada y de inmediato convocada otra sesión, pero extraordinaria.
Se presume que la maniobra para no reunir la cantidad necesaria para iniciar la sesión que permite tratamiento sobre tablas, era ante el temor que algún diputado plantee la posibilidad de tratamiento del proyecto de pérdida de investidura de Portillo.
La maniobra de la mayoría, cuyas bancadas tácitamente ya se muestran reacias a tratar pérdidas de investidura, deja la clara señal de la existencia en la Cámara de un corporativismo cómplice con el caso Portillo a más de la conocida impuntualidad e irresponsabilidad de varios diputados.
No obstante, antes de la sesión el propio presidente de Diputados, Miguel Cuevas, aludía al impedimento de tratar un tema como el referido, habida cuenta de que no estaba reglamentada la pérdida de investidura.
Por su parte la diputada liberal Celeste Amarilla, quien dijo que Portillo debe renunciar, también se mostró de acuerdo de que en ninguna parte, es decir, ni en el reglamento de la Cámara ni tampoco en el artículo 201 de pérdida de investidura se plantea qué mayoría debe ser la que fuerce la salidad de un parlamentario. Dijo que tampoco la ley señala si deben ser los propios legisladores los que se juzguen unos a otros.
Sin embargo, los ciudadnos proponentes del pedido de sanción a Portillo afirman que con la ley de autoblindaje reciencientemente derogada vuelve la posibilidad de que por mayoría simple de la cámara donde se trata el pedido se pueda sancionar con pérdida de investidura.
Se cubren. La bancada A del PLRA se reunió ayer con Carlos Portillo, pero no sacó ninguna posición oficial acerca de si defenderán a su correligionario o finalmente apoyarán su destitución. Según se maneja en los pasillos, las bancadas mayoritarias tanto liberales como coloradas ya no quieren dar curso a pérdidas de investidura, puesto son precisamente integrantes de dichas bancadas los que tienen procesos. Los autococonvocados prosiguieron con su lobby para que haya sanción a Portillo y, según María Esther Roa, la bancada B del PLRA, liderada por el diputado Pastor Vera Bejarano, prometió que presentaría la pérdida de investidura para su tratamiento.