La Plaza de Armas, ubicada frente al Congreso Nacional, fue una vez más sede de la indignación de ciudadanos que siguieron de cerca los acontecimientos que se daban dentro del recinto parlamentario, donde 52 diputados blanquearon a su colega José María Ibáñez.
Apenas conocido el resultado de las votaciones que permitieron el rechazo a la pérdida de investidura del citado legislador colorado, la rabia y la indignación se apoderaron de un pequeño grupo de manifestantes que se encontraban apostados en las inmediaciones de la Plaza de Armas munidos de banderas tricolor y pancartas.
Gritos de impotencia, y todo tipo de improperios eran lanzados por los concurrentes hacia Ibáñez y todos sus colegas que le blindaron y permiten que este siga ocupando su banca en la Cámara Baja.
Asimismo, y a metros del lugar, se encontraba otro grupo de personas adherentes de Ibáñez. Según se supo, todos pertenecían a la seccional colorada de la cual forma parte el legislador. Los partidarios también portaban banderas solicitando a Ibáñez que no renuncie a su banca.
En un momento dado se produjeron escaramuzas entre los adherentes de ambos bandos. Los incidentes se produjeron porque los que le daban el apoyo a Ibáñez atravesaron la valla de seguridad para ir hasta la explanada del Congreso y brindar apoyo al diputado. Esto generó el repudio de las personas que están en contra del diputado, quienes también quisieron ingresar al lugar, pero el paso les fue prohibido por los policías y cascos azules que se encontraban prestos desde horas antes en el sitio.
¡Ladrones!, ¡hurreros! ¡Fuera!, le espetaron los manifestantes al grupo que apoyaba al cuestionado Ibáñez.
Los colorados buscaban amedrentar e irónicamente celebraban el resultado que favoreció al legislador.
En la platea. Dentro del recinto legislativo, en el sector destinado a la platea del público, también se produjeron algunas escaramuzas entre funcionarios partidarios del diputado y algunos ciudadanos congregados para observar de cerca la sesión. Finalmente, la cosa tampoco pasó a mayores.
Alberto Cabrera, de la Asociación Fuera Listas Sábana, dijo que el actuar de los diputados fue una vergüenza.
Con 42 abstenciones y seis votos en contra de la pérdida de investidura, el diputado fue finalmente blanqueado en la Cámara que integra.
La oposición reunió solo 27 votos y no consiguió destituirlo del Poder Legislativo. También se registró la ausencia de cinco legisladores.
De esta forma, los parlamentarios enviaron al archivo el pedido de pérdida de investidura de Ibáñez, quien reconoció ante la Justicia que sus caseros figuraban como funcionarios de la Cámara Baja.