19 jul. 2025

Homenaje póstumo

Por Pa’i Oliva
oliva@rieder.net.py
Lo quiero rendir hoy a una persona de la que nadie hemos escuchado hablar hasta hoy. Se trata de Joseph Meng Ziwen.
Nacido en China, en el año 1903, acaba de fallecer a los 103 años. A los 18 años entró en el seminario católico. En 1935 fue ordenado sacerdote. Y comenzó su vida difícil en un ambiente en el que ser cristiano era sospechoso para el Gobierno.
En tiempos de Mao, fue condenado en dos ocasiones a campos de concentración para ser “adoctrinado”, sumando en total 20 años de condena. En 1985, el Papa lo nombró obispo, pero ante la presión del Gobierno chino tuvo que pasarse su vida sin aparecer públicamente con este cargo.
Para evitar peligros a sus comunidades, firmaba sus pastorales como sacerdote. Sus cristianos lo llamaban “el sacerdote más anciano”. Humilde servidor de todos sus conciudadanos, fue querido por ellos entrañablemente. Ya con 100 años de vida seguía diciendo los domingos tres misas en su diócesis.
En un mundo moderno, en el que abundan cada día más las malas noticias, deseo este año recordar las vidas de personas que en medio de dificultades han vivido con honestidad el compromiso a sus ideales. Abundan más de lo que pensamos y sus ejemplos nos dan fuerza para seguir caminando. Ellos son ese “resto” que hicieron posible que el Pueblo judío de la Biblia siguiera presente en la Historia. Ellos son los que hacen posible que el Reino de Dios siga adelante, construyéndose piedra a piedra colocada por hombres y mujeres nuevos.