A pesar de las bajas temperaturas de la madrugada del jueves, los tomates hasta el momento no se vieron afectados. El presidente del Consejo Nacional de Productores Frutihortícolas, Abel Brítez, comentó que varios agricultores cuentan con mantos térmicos para proteger las plantas y que en general, en el Departamento de Caaguazú, no hubo daños.
Respecto a los precios reconoció que hay un periodo de bonanza, ya que los intermediarios están pagando entre G. 5.000 y G. 5.500 por kilogramo, aunque en algunos casos alcanza incluso G. 6.000. En Arroyos y Esteros, Departamento de Cordillera, la situación es similar, de acuerdo con el dirigente Alfredo Ledesma.
Ambos coincidieron en que la presión del sector tuvo efecto en el combate al contrabando, ya que los procedimientos de incautaciones tanto vía fluvial y terrestre, así como en los comercios, son verificados también por los tomateros.
En la segunda quincena de julio, los horticultores habían analizado bloquear rutas como protesta ante la falta de resultados en el decomiso de productos ilegales, cuyos precios hacían que se desplomara la comercialización del tomate nacional, donde la paga no cubría siquiera los costos en las fincas.
La producción es continua, por una parte se están echando semillas, mientras que una tanda está en etapa de desarrollo y otra se está cosechando.
DEMANDA. El mercado nacional necesita de 6.000 toneladas de tomate al mes. Los productores creen que seguirán cubriendo la demanda hasta octubre.