18 abr. 2024

Hambre

Las cifras son abrumadoras a nivel mundial y peor a nivel local. Más de dos millones de paraguayos pasan necesidades alimentarias en un país que produce alimentos para más de 70 millones de seres humanos.

Una Nación donde la economía familiar campesina está destrozada y en donde los mercados locales son arrasados por el contrabando, sin embargo, los alimentos para las escuelas se producen a más de 200 kilómetros de distancia. Toda la comunidad debería participar de este extraordinario negocio que mueve más de 200 millones de dólares al año y cuyas peleas por las licitaciones envuelven a diputados, gobernadores, intendentes, ministros y directores que llenan su buche mientras reparten costosos y dudosos platos a los hambrientos niños de nuestras escuelas. Pero el verdadero hambre es el ético, el moral, que el fallecido Dr. Miguel Ángel Pangrazio se encargó de repetir y testimoniar por varios años. La verdadera hambruna de dignidad que no se sacia con empanadas, panes, caramelitos y gaseosas hasta donde hacen colas los menesterosos de la política.

La democracia paraguaya, como los hijos de varias familias, no ha sido alimentada apropiadamente en los primeros años y hoy estamos pagando las consecuencias. Un niño que no recibe alimentos apropiados en los primeros cinco años en que se forma el cerebro crecerá con grandes limitaciones que costarán mucho a su familia y a la sociedad en su conjunto. El cretinismo es una de sus consecuencias, la falta de comprensión, el letargo y los grandes desajustes sociales hacen parte de todo aquello que se careció en los primeros años. Nada se recupera nunca más. En la democracia nuestra pasa una cosa igual. No hemos tenido progenitores responsables que en realidad amaran la democracia y los resultados de esta primera generación no nacida en cautiverio nos muestra sus resultados más que evidentes. La dignidad de los hijos de la generación de los años cuarenta del siglo pasado, con grandes limitaciones pero con alimentación adecuada en los primeros años, dista mucho de aquellos alimentados por los mendrugos y las sobras que les tiran hoy desde el Estado o desde la cabeza de algún movimiento político. Son los mismos que admiten comidas con arena o aquellos forzados familiares de secuestrados que deben distribuir por mandato de los delincuentes comida para que no maten a uno de los suyos. Nunca como ahora hemos sentido más que nunca el hambre de ejemplos, de referentes y de testimonios donde la ética salga ganando sobre aquel que luego de humillar en la hambruna ética más profunda los domestica para votar por quien les ponga enfrente.

Embed

Paraguay tiene una matriz que está lejos de esos ejemplos. Venimos de muchas necesidades y los ejemplos sociales de dignidad no son pocos. Están cubiertos de cenizas quizás pero todavía debajo está la lumbre que puede calentar y cocer los alimentos que nos reconcilien con un país mejor.

Entre los distribuidores de comidas que se pelean descarnada y descaradamente exhibiendo sus impudicias, hay todavía un país que pide a gritos organización, producción, cocción, distribución y, por sobre todo, decencia.

No nos merecemos como país más humillación. El país debe levantarse de una vez. No más espacio a los que compran el pan para hoy pero el hambre para cinco años. Esos mismos que disfrutan hambreando a millones para seguir sometiéndolos a sus designios. Somos muchos más que los indecentes y estamos obligados a proclamar la existencia de un país mejor que el que tenemos. No más hambre ni hambrientos, pero para eso requerimos volver a reconciliarnos con la dignidad.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.