Por Marciano Candia
Corresponsal en Amambay
La propiedad se encuentra a 35 kilómetros de Pedro Juan Caballero y pertenece a Pedro Maldonado Benítez, un agricultor de 60 años que en el momento del procedimiento se dio a la fuga.
Según su esposa Claudina Cristaldo de Maldonado aquél estaba carpiendo en el fondo de la propiedad.
Cuando los intervinientes fueron a buscarlo desapareció del lugar tal vez alertado por la presencia de los agentes antinarcóticos, según la mujer.
Esta señaló además que una persona a quien conoce como Sebastián fue quien pidió a su cónyuge que guardara los proyectiles en la casa, que le pagaría por ese servicio y que posteriormente iría nuevamente a buscarlos con un vehículo.
Eso ocurrió hace algunos días pero hasta la fecha nadie aún fue buscarlo.
Entre los proyectiles hallados se encuentran 1.400 tiros de balas 50 mm, utilizadas generalmente por piezas de artillerías para derribar aeronaves, además 300 tiros de calibre punto 30 para fusil, 400 tiros de calibre 7,62 para FAL (Fusil Ametralladora Liviana), 3 granadas de fragmentación, repuestos para fusil, mechas de varios colores para la fabricación de explosivos y lo más llamativo, una bolsa con la inscripción de la Comunidad Europea y la Cruz Roja similar a las utilizadas por estas organizaciones para la ayuda humanitaria.
Por su parte, el Fiscal Justiniano Cardozo no descarta que el destino de las municiones sea la guerrilla colombiana o el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
