Con auxilio del Banco Mundial (BM) y la venia del Congreso Nacional, el Ministerio de Hacienda canceló el saldo de los primeros bonos soberanos paraguayos emitidos en el mercado internacional, según informó el viceministro de Economía, Iván Haas.
La cartera desembolsó el equivalente a USD 237,6 millones, dinero que fue acreditado a los inversionistas que adquirieron los papeles del Tesoro con vencimiento en este 2023. El proceso de pago arrancó el 13 de enero.
El Gobierno Nacional había colocado USD 500 millones en 2013, a un plazo de 10 años y una tasa de interés del 4,6%, en lo que fue su primera operación de este tipo. En el 2015, realizó una reapertura de estos títulos, adjudicándolos por otros USD 280 millones.
Sin embargo, desde la vigencia de la Ley de Administración de Pasivos, más conocida como Ley de Bicicleteo, el Ejecutivo recompró bonos por USD 542,4 millones, estirando sus vencimientos al 2031, 2037 y 2049. Así, quedó pendiente el remanente de USD 237,6 millones cancelado en estos días (ver la infografía).
En un comunicado emitido ayer, Hacienda afirma que con este pago nuestro país refuerza y afianza su responsabilidad con el manejo de la deuda pública y las cuentas fiscales en general, lo que en definitiva también se traduce en una señal de confianza hacia la comunidad internacional, principalmente los inversores.
Además, resalta los beneficios de la Ley de Administración de Pasivos, ya que mediante las operaciones de canje anticipado se logró reducir la carga de intereses con menores tasas. A la vez, se pudo extender la vida promedio de la deuda y reducir la concentración de pagos de amortización en el corto plazo y el riesgo de refinanciamiento.
Crédito. El Ministerio de Hacienda recurrió al Congreso para la aprobación de un préstamo del Banco Mundial para la cancelación de los bonos 2023, alegando que, tras las continuas alzas en las políticas monetarias mundiales para contener la inflación, el mercado de bonos mantuvo tasas muy elevadas desde inicios del 2022.
Esta situación empujó a varios países a recurrir a empréstitos para abaratar la cancelación del pasivo pendiente, desistiendo así del tradicional canje anticipado, donde se cambia un bono a vencer por un bono nuevo.
El préstamo que tuvo el visto bueno legislativo es por valor de USD 240 millones, provenientes específicamente del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), entidad perteneciente al Grupo Banco Mundial. El saldo restante, de alrededor de USD 1,8 millones (descontando gastos administrativos), se reservará para próximos vencimientos.
La cartera fiscal ya había iniciado un par de semanas antes del cierre de diciembre los trámites ante el Banco Mundial para el desembolso del préstamo, a fin de no tener retrasos en los pagos a inversionistas.
Esperan el descenso de tasas para nueva emisión
El Ministerio de Hacienda comunicó también ayer que no se tiene aún una fecha estimada para la nueva emisión de bonos a nivel internacional.
El viceministro de Economía, Iván Haas, explicó que las tasas para estas operaciones a nivel externo se mantienen en niveles muy elevados, lo que hace inviable una colocación por estos meses.
Dijo que, de momento, seguirán recurriendo a préstamos multilaterales para financiar inversiones y el repago de la deuda.
La Ley de Presupuesto General de la Nación (PGN) autoriza al Ministerio de Hacienda a emitir este año bonos por un máximo de G. 4,01 billones o su equivale a USD 565,2 millones, considerando el tipo de cambio presupuestario (G. 7.098).