En setiembre del 2002, Eduardo Vázquez Soria inició una demanda por incumplimiento del pago que le correspondía por trabajos de plomería, que realizó en un inmueble ubicado en las cercanías de Mariscal Estigarribia y Perú, en Asunción.
Hasta el momento, no puede cobrar el dinero, por más que la Corte Suprema de Justicia ya ordenó que se haga efectivo el pago, según afirma el afectado.
“Ya salió, pero le tienen que embargar dos bienes. No quiso que prospere, no quiso que coma de mi trabajo”, expresó el hombre refiriéndose a Juan Osvaldo Torres, un pastor evangélico a quien había realizado el trabajo. Entonces, la deuda con el trabajador era de G. 540.000