En pleno 2018, hay familias rurales de Misiones, un gran departamento no muy distante de la capital, que padecen la falta de agua. Ese es el caso de los pobladores del asentamiento Martín Rolón de San Ignacio, Misiones, que iniciaron una medida de fuerza, exigiendo una solución.
La ruta que une Yabebyry con San Ignacio fue clausurada por 80 familias que viven en las manzanas A y B y el sector de san Cayetano del asentamiento, ayer, a las 8.00, exigiendo que se les cabe un nuevo pozo porque el que tienen ya no abastece.
Aseguran estar cansados de la situación que vienen sobrellevando desde hace casi dos décadas, y de las falsas promesas, “somos 80 familias y desde hace 18 años venimos sufriendo la falta de agua, este es el segundo cierre que realizamos, aquella vez tenía que venir el intendente y no vino, después nos envió a sus funcionarios, hubo un compromiso de que en 10 días se debía cavar el pozo, antes del 2 de diciembre y hasta ahora no se hizo, por eso volvemos a salir a la ruta queremos solución”, expresó César Benítez, poblador afectado.
Mencionó además que no están conformes con el manejo de la comisión de la Junta de Saneamiento, que administra el agua en el asentamiento, pues nunca muestra las boletas de Administración Nacional de Electricidad, “solo dicen que se debe y no nos muestra papel, estamos hartos tenemos nuestra propia subcomisión de agua para gestionar”, agregó Benítez.
Confundido. Por su parte, el intendente de San Ignacio, Carlos Afara, expresó que no entiende porque los pobladores continúan con su medida de fuerza ya que ellos ya fueron informados que una empresa fue adjudicada para la realización de la obra; y que se espera solo la respuesta de la Secretaría de Contrataciones Públicas para que inicien los trabajos.
“Ellos pidieron un pozo de agua ya hay una empresa adjudicada, hoy le enviamos a contrataciones públicas los papeles en 3 días más aproximadamente ya se van a tener los códigos para empezar los trabajos, la empresa adjudicada es Global, de la ciudad de Encarnación, perteneciente a Roberto Ríos; aguardamos la respuesta de Contrataciones Públicas para empezar los trabajos”.
Las familias afectadas seguirán con su medida de fuerza hasta que vean que realmente inicia la obra, dijeron.
Incluso, realizaron una olla popular para resistir el tiempo que sea necesario, dijeron los dirigentes.
Colateral. Durante el cierre de ruta, en medio del intenso calor, se formó una gran fila de vehículos que esperaban se libere el paso.
Incluso un colectivo de pasajeros, que traslada a los pobladores de la compañía Santa Rita se vio afectado; y al ver la movilización, su conductor decidió estacionar directamente en una sombra, porque trasladaba a personas de la tercera edad y niños, “para no exponerles al intenso calor” , dijo el chofer que prefirió el anonimato; pero lamentó que personas que no tienen nada que ver con la situación deban pagar los platos rotos.