Reuters
Londres
Gran Bretaña dijo ayer que estaba sosteniendo comunicación directa con Irán en su intento por lograr la liberación de 15 marinos detenidos, mientras manifestantes en Teherán lanzaron piedras contra la Embajada británica.
La captura de los marinos y soldados por parte de Irán el 23 de marzo ha provocado críticas de la comunidad internacional. Teherán ha ignorado los llamados a liberar a los 14 hombres y una mujer, argumentando que Gran Bretaña debe admitir que ellos ingresaron ilegalmente a sus aguas.
Londres insiste en que los militares se hallaban en territorio iraquí cuando fueron capturados.
La disputa, que se produce en momentos de grandes tensiones en Oriente Medio debido al controvertido programa nuclear de Irán, causó un alza en los precios del petróleo.
El secretario de Defensa británico, Des Browne, dijo que continuaban los esfuerzos diplomáticos para resolver la crisis.
“Estamos ansiosos porque este asunto se solucione lo más pronto posible y sea resuelto por medios diplomáticos, y estamos dirigiendo todos los esfuerzos a eso”, aseguró Browne a la cadena BBC.
“No es mi intención abordar cada detalle de eso paso por paso, y no sería apropiado hacerlo, pero estamos en comunicación directa bilateral con los iraníes”, aseveró.
En Teherán, cerca de 200 manifestantes cantaron: “Británicos, británicos, muerte para ustedes, muerte para ustedes”, frente a la Embajada de Gran Bretaña.
Los manifestantes lanzaron petardos hacia el edificio de la Embajada. Nadie resultó herido por los pequeños artefactos explosivos que hicieron un fuerte ruido al estallar y enviaron al cielo nubes de humo.
Los manifestantes que se enfrentaron a la Policía incluían a miembros del Basij, una milicia religiosa de línea dura.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, solicitó el sábado a Irán que libere a los 15 marinos de inmediato. “Los iraníes deben devolver a los rehenes. Ellos son inocentes”, dijo. “Los iraníes capturaron a esas personas de aguas iraquíes. Es un comportamiento inexcusable”, agregó.
El uso de Bush del término “rehenes” recordó el violento ingreso a la Embajada estadounidense en Teherán luego de la Revolución Islámica de 1979 y la detención de 52 estadounidenses durante 444 días.
Como resultado de aquel incidente, Washington rompió relaciones diplomáticas con Irán.
En respuesta a los comentarios de Bush, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Ali Hosseini, dijo que Estados Unidos podría perjudicar la situación de los británicos, indicó el canal estatal iraní en su página electrónica.
“Cualquier comentario de los estadounidenses de apoyo al Gobierno británico podría empeorar la situación, por lo tanto es mejor que el presidente de Estados Unidos no haga declaraciones ilógicas que pueden ser no técnicas y mal consideradas”, sostuvo Hosseini.
“Confesión” de marinos en TV
La televisión iraní mostró ayer imágenes de dos de los 15 marinos británicos que se encuentran detenidos en Irán y dijo que habían admitido haber sido capturados tras ingresar a las aguas de la república islámica.
El canal estatal Al-Alam transmitió material visual de los dos hombres en uniformes caqui parados frente a un amplio mapa del Golfo Pérsico y señalándolo mientras miraban a la cámara.
El mapa mostraba las posiciones de varias embarcaciones cerca de la boca del canal de Shatt al-Arab, que forma la frontera sureña entre Irán e Irak. El mapa naval también indicaba áreas donde había peligro de minas.