Como parte del cierre del Festival El Ojo Salvaje, esta noche, a las 19.00, en la Fundación Texo (Paraguarí 852 casi Manuel Domínguez), se inaugura la muestra González, que incluye imágenes en blanco y negro del fotógrafo paraguayo Tiburcio González Rojas, de 83 años. El acceso es libre.
La propuesta, que ya fue apreciada en Buenos Aires, Argentina, y cuya realización es posible gracias a la Fundación Texo, puede ser visitada hasta el sábado 10 de noviembre, de jueves a sábado, de 17.00 a 21.00.
el autor. Tiburcio González Rojas trabajó como fotógrafo independiente de la zona de Ypacaraí, Pirayú, Yaguarón y alrededores, desde los años 60 hasta entrados los 80.
Comenzó a trabajar en Asunción, durante un tiempo como ayudante de fotografía de Ramón Emilio Adorno. Más tarde, al independizarse, trabajó en la capital y, de regreso a Pirayú –su lugar de nacimiento– comenzó a recorrer la región en moto. Más tarde en una camioneta junto con su hijo, desarrollaron el dispositivo completo de sonido y música para fiestas que se sumó a las fotografías. En los grandes bailes o fiestas, cuando terminaba de fotografiar, improvisaba un estudio en su vehículo. Ahí revelaba las fotos para venderlas a la mañana siguiente. “Siendo muy joven fui jockey y comencé a sacar fotos a los caballos. Ya trabajando solo, viajando de una compañía a otra en mi moto y, posteriormente, en una camioneta, llevaba mi equipo de revelado con una batería –ya que generalmente en los pueblos no había electricidad– para poder dar las copias a mis clientes al otro día de ser sacadas. Ya más adelante instalé mi estudio en Ypacaraí”, cuenta Tiburcio.
Selección. Los curadores argentinos Gustavo Di Mario y Virginia Giannoni tuvieron a su cargo elegir las 53 fotografías que forman parte de la exposición. “Después de encontrar sus negativos en la casa de su hijo fui a visitarlo en la cantina del lago de Ypacaraí, donde él vendía bebidas, para contarle la idea de recuperar su material, lavarlo y escanearlo” , recuerda Di Mario, quien encontró los originales en estado de total abandono después de que una tormenta arrasara con el galpón donde estaban archivados. “Es un registro vital y social, que muestra la vida de la comunidad en la zona de Ypacaraí, y sus alrededores. Estas fotografías narran con profundidad y belleza bodas, cumpleaños de 15, comuniones, velorios, policiales, actividades deportivas, militares y civiles, procesiones, festivales, fiestas populares, moda, logros personales y comunitarios, festejos populares y folclóricos. La vida”, refieren los curadores.
Para el recuerdo
Tiburcio González, originario de Pirayú, entre los años 50 y 70, era uno de los pocos fotógrafos de la zona. Trabajó en un radio no mayor que 80 km, entre varios pueblos que ocupan un máximo de 20 cuadras en medio del campo que los une y los separa. Sus fotografías rescatan fiestas populares, casamientos, muertes, accidentes en la ruta, etc. La vida privada y la vida pública se vieron mezcladas a través de la mirada de González y desde ahí se partió para la selección de la muestra que se habilita hoy. Previamente, la Fundación Migliorisi ayudó con el traslado de los negativos a Buenos Aires, para su rescate.