González Macchi invirtió su exceso de tiempo libre en la cárcel “leyendo bastante” y recibiendo la visita de sus parientes y los pocos amigos que le quedaron luego de dictada la condena en su contra. Asegura que fue bien atendido, que no tuvo problemas de ningún tipo y que no ve la hora de que llegue febrero para conocer la respuesta del Tribunal sobre la revocatoria de la sentencia de 8 años de cárcel, solicitada por su defensa.
Señaló que a su entender, el delito del que le acusan se extinguió el 19 de marzo pasado, por lo que se ratificó con que demostrará con documentos y testigos que nunca se enriqueció ilícitamente y “que todo el dinero proviene de una herencia”.
Pero antes de salir de su reclusorio, el ex mandatario brindó algunas reflexiones sobre la amistad y en relación a sus amigos políticos, indicó que éstos sólo son circunstanciales e interesados y que, como es sabido, no son para siempre sino que solamente hasta que dure el cargo político.
Mientras estás en el poder, tenés muchos amigos, pero luego desaparecen y la amistad se va decantando y sólo quedan los buenos amigos, indicó el otrora jefe de Estado sin casi ocultar un sesgo de decepción ante el abandono de los correligionarios colorados que lo dejaron solo en el momento más difícil de su vida.
Pero no todas las palabras que salieron de la boca de González Macchi fueron de reproche para sus ex amigos, sino también para agradecer a aquellos que lo visitaron en la cárcel y que siguen permaneciendo fieles a él desde la época en que fuera erigido como Presidente de la República. Aclaró, no obstante, que ignora si algunos de sus fieles amigos también se enriquecieron en forma ilegal, aprovechando que gozaban de la simpatía del ex presidente.
Al mismo tiempo, aclaró, que Nicanor Duarte Frutos nunca formó parte de su círculo íntimo de allegados. Nunca perdí la cabeza, siempre pisé tierra y tengo bien claro quiénes son mis amigos. La amistad tiene varias vertientes: un amigo es como un hermano, pero jamás voy a hacer ningún exabrupto, reconoce. Nicanor nunca fue mi amigo, nos conocimos en la política nada más, no me llamó nunca desde agosto del 2003, ni yo le llamé.
González Macchi señaló que la vieja frase acuñada por los seguidores del partido oficialista de que “el mejor amigo de un colorado es otro colorado” es expresada sólo cuando trae aparejada consigo un efecto electoral.
Sólo Lugo puede explicar su decisión
Paralelamente, el ex mandatario también tuvo tiempo de expresar algunas consideraciones sobre el tema del momento, la posible postulación presidencial del ex obispo católico Fernando Lugo. Dijo que tener un candidato obispo es algo que nunca escuchó y que demuestra que la política paraguaya se presenta, por momentos, muy cambiante.
Señaló que reconoce en Lugo a un trabajador de la Iglesia, aunque no le convence el discurso de alto contenido social enarbolado por el ex religioso, pues para él no hace falta ser cura para ser conciente de los problemas sociales del país.
Creo que eso de renunciar a Dios para trabajar por el país resulta una decisión que solamente él puede explicar. Lo veo como un hombre que tomó una determinación muy difícil. Siempre fui colorado, toda mi familia lo es, no quiero que el partido caiga... vamos a ver qué pasa después de febrero, sólo entonces voy a hablar de la política, concluyó.