El primer ministro reafirmó además su “firme” voluntad de seguir con la reforma, pero prometió que esta se llevará a cabo “sin brutalidad”.
“Estoy convencido de que con las organizaciones sindicales encontraremos un buen equilibrio, sin renunciar a nuestra voluntad firme de crear un sistema universal”, añadió el jefe del Gobierno francés.
Francia tuvo ayer su segundo día consecutivo de huelgas contra una reforma del sistema de pensiones que tiene paralizado a gran parte del transporte público, sobre todo en París.
Esta reforma, que es una promesa de campaña del presidente Emmanuel Macron, apunta a eliminar los 42 regímenes especiales que existen actualmente y que otorgan privilegios a ciertas categorías profesionales.
En su lugar se instaurará un sistema único, por puntos, en el que todos los trabajadores gozarán de los mismos derechos a la hora de recibir una pensión una vez jubilados. En tanto, los sindicatos temen que la reforma, que será revelada en su totalidad el miércoles, atrase la edad de jubilación, hoy de 62 años, y disminuya el nivel de las pensiones. AFP