Es lo que señaló ayer el referente del sector, Juan Grassi, acerca de las conversaciones con las autoridades sanitarias, a fin de que se les permita trabajar con horario extendido y no restringido.
“No hubo ningún avance. En este momento estamos esperando todavía una respuesta del Ministerio. Nos pidieron una nueva carta sobre cómo podemos trabajar en la apertura. Y lo vamos a presentar como formalidad”, precisó.
No obstante, indicó que si bien consideran que la vía de solución es el diálogo, hay “muchos de nuestros colegas que ya no van a acatar el decreto presidencial porque realmente todos están cansados de ver que gente y negocios informales, sin patente ni facturas, trabajan de madrugada coimeando y también hay fiestas clandestinas sin respetar nada”.
Sobre el punto, citó como ejemplos las fiestas de celebración de las bodas de las familias Cartes y la reciente de Zapag. “Esto hace que los colegas digan que si estos no cumplen por qué ellos sí tienen que cumplir reglamentaciones y protocolos”, enfatizó.
Grassi manifestó que su posición es que se siga conversando porque ellos son los mejores aliados en la lucha contra el Covid-19, pero si no hay una apertura a casi un año de la declaración de la pandemia es difícil.
Subrayó que lo único que piden es que se los deje trabajar con la extensión del horario de apertura en la semana hasta la 1:00 o 1:30 y de jueves a domingo vayamos hasta las 2:00 o 2:30.
“No estamos pidiendo 24 horas. Queremos trabajar y que la gente por lo menos tenga posibilidad de disfrutar y no esté mirando su reloj a cada rato antes de la medianoche por miedo a encontrarse después con una barrera policial que solo se presta para la coima, enfatizó.