Acosta valoró el trabajo conjunto de las comunidades y los soldados que participaron en la Operación Esperanza.
“La fuerza que se les dio a los niños fue combinada, de la fuerza pública y la fuerza espiritual. La medicina que se utilizó fue medicina occidental y medicina tradicional, pues es muy importante que se tenga el enfoque de los pueblos indígenas y por eso la medicina tradicional es fundamental para la sanación”, dijo.
En ese sentido, Acosta aseguró que “las prácticas propias de salud en el sanamiento de Lesly, Soleiny, Tien Noriel y Cristin” les permitieron sobrevivir 40 días.
Agregó que ahora que se recuperan en el Hospital Militar de Bogotá se deben combinar las técnicas tradicionales con la medicina occidental para tratar a los menores.
El líder indígena contó además que aún hay rescatistas que siguen en la selva por cuenta de las condiciones meteorológicas, pues “en estos momentos llueve mucho en la zona”. Comentó también que a pesar de las condiciones adversas, la mayoría de quienes participaron en el rescate están en buen estado de salud, aunque hay tres soldados que resultaron heridos en los ojos y la boca al sufrir percances y que otras personas –que no precisó quiénes son– se enfermaron de fiebre amarilla y dengue en la selva.
Los menores fueron hallados en un punto remoto entre Caquetá y Guaviare, donde fueron buscados durante semanas por unos 200 militares, comandos de las Fuerzas Especiales del Ejército, e indígenas de la zona. EFE