Las pequeñas instituciones financieras de América Latina podrían enfrentar una creciente presión para llegar a acuerdos de adquisición con rivales más grandes, luego de que el banco brasileño Itaú pactó la compra de su rival mediano Unibanco, según un análisis de la agencia Reuters.
Entre los potenciales blancos de ofertas aparecen los brasileños medianos -Banco Votorantim y Banco Safra-; así como el Grupo Financiero Banorte, el quinto mayor banco de México; Interbank, la cuarta mayor compañía financiera de Perú, y otros más pequeños, dedujeron analistas tras un estudio.
Estos bancos podrían sentir una mayor presión para acordar su venta a medida que la crisis financiera global eleva los costos de financiamiento para las instituciones financieras del mundo y la desaceleración económica afecta a sus portafolios de préstamos.
“La calidad de activos por el desempleo y por las capacidades de pago de las personas pueden empezar a tener más problemas”, dijo Angélica Bala, directora de análisis de instituciones financieras de S&P en Ciudad de México.
Un probable comprador ahora es Bradesco, el mayor banco privado de Brasil antes que se concretara el acuerdo de Itaú con Unibanco. Pero quedan sólo unos pocos blancos tan apetecibles como Unibanco, observaron analistas.
“Unibanco era ‘el’ banco para ser comprado”, opinó Carlos Daniel Coradi, jefe de la consultoría EFC.
Incluso si Bradesco fuera a comprar firmas medianas como el Banco Votorantim o el Banco Safra, la institución combinada aún sería más chica que Itaú Unibanco.
Banco Votorantim tiene activos por un valor de 39.000 millones de dólares y reportó una ganancia de alrededor de 280 millones de dólares en el primer semestre del 2008.
Por su parte, Banco Safra, que pertenece a una de las familias más ricas de Brasil, tiene activos por 30.000 millones de dólares y más de 110 sucursales.
BANORTE EN LA MIRA
En México, Banorte -con un valor de mercado de 7.000 millones de dólares y activos por US$ 27.000 millones- ha sido visto como un potencial objetivo durante años, según la agencia Reuters. El español Santander -dueño del tercer mayor banco mexicano- dijo que estaba interesado en adquirir a Banorte, pero el banco reiteró que no está a la venta. Las acciones de Banorte subieron el lunes un 5,6 por ciento, a 26,19 pesos, en la Bolsa de México, luego de perder casi la mitad de su valor este año afectado por la crisis global.