Cuando llegó la voz que decía que Fernando “Chore’i” Lugo, llegaría a su distrito originario, tras lograr junto a su dupla Esteban Dávalos, el poderío máximo en el Mundial de piquivoley registrado en Río de Janeiro, Brasil, los amigos de infancia y vecinos de la comunidad organizaron un merecido recibimiento.
Para sorpresa del joven de 22 años, en la cabecera del país, además de su gente también lo esperaba el intendente de la localidad, Carlos Giménez Díaz, para de manera personal, entregarle el reconocimiento y la declaración de hijo dilecto de la ciudad con cerca de 30.000 habitantes. Mirá
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Antes de la condecoración, Lugo hizo flamear la auriverde que representa a la comuna al grito de “Olé, olé, olé, Choré, Choré":
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Por otro lado y en el departamento Central, Esteban “Piru” Dávalos de 23 años, también lució su gloriosa medalla de oro.
Subido a un carro de bomberos junto a sus mejores amigos, trazó un largo recorrido por las principales arterias del pueblo de Ñemby, quien con una inmensa caravana acompañó al deportista que solo días atrás, pero en la “Ciudad Maravillosa” supo desplegar un excelente juego para dejar bien en alto la bandera paraguaya y la de la creciente urbe ubicada en Gran Asunción. Mirá Embed
La dupla de Oro ya se prepara para dar una serie de exhibiciones por el país, nada más y nada menos que frente a sus más duros rivales, De los Santos Velo Melgarejo y Jesús Delvalle, el 21 de septiembre en Ca`aguazú y el 30 de septiembre en Hernandarias.