Con casi 48 años, Loeb se convirtió en el piloto de más edad en ganar una prueba del Mundial. Oficialmente retirado, el piloto francés hace apariciones esporádicas y no quería perderse el estreno de este campeonato de la era híbrida.
Es su primer éxito tres años después del Rally de Cataluña en 2018 y su primera victoria en un coche que no es Citroen, donde amasó sus 9 títulos mundiales consecutivos de 2004 a 2012. También es el primer éxito junto a su nuevo copiloto, la francesa Isabelle Galmiche.
Su compatriota y tocayo Sébastien Ogier (Toyota Yaris Rally1), 8 veces campeón del mundo, iba primero en la prueba, pero un pinchazo en la rueda delantera izquierda le hizo perder la ventaja acumulada y dar a Loeb el margen suficiente para escribir una nueva página de oro en los libros de historia del Mundial de Rallys.
Loeb, además, consigue la victoria apenas recién llegado del Dakar, donde finalizó segundo en autos.
La tercera plaza fue para el irlandés Craig Breen (Ford Puma), alejado 1:39.8 del vencedor que llegó a su octava victoria en Montecarlo.