El huracán se degradó de categoría 5 a 4 a primera hora del miércoles, según el servicio meteorológico estadounidense. Pero eso no cambia mucho la ferocidad del viento (de 250 kilómetros por hora) y la fuerte marejada con la que se acercaba anoche a la costa densamente poblada del centro-oeste de Florida, estado que se encuentra en alerta máxima.
Las ciudades de Tampa y Sarasota se ubican exactamente en la trayectoria de la tormenta, una zona golpeada hace dos semanas por el huracán Helene, y que provocó 235 muertos en el sureste del país.
Luis Santiago, que vive en Tampa, dijo que “cerraría todo” y se iría. “Veamos cómo resulta cuando regrese”, dijo.
Las autoridades han llamado incesantemente a que las personas en zonas de riesgo busquen refugio en lugares seguros.
“Aún tienes tiempo para evacuar si estás en una zona de evacuación”, dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en una conferencia de prensa. “Este huracán va a significar un golpe muy, muy grande, y causará daños enormes”.
Pero el tiempo se estaba agotando rápidamente.
Las aerolíneas agregaron vuelos partiendo desde Tampa, Orlando, Fort Myers y Sarasota para aliviar el congestionamiento en las carreteras.
El presidente Joe Biden dijo que Milton podría ser “la peor tormenta en Florida en un siglo” y llamó a los estadounidenses en zonas de riesgo a “evacuar ahora, ahora, ahora”.
“Es una cuestión de vida o muerte”, añadió el mandatario. AFP