Por Laura Morel
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Bastaron dos días, nada más, para que el paraguayo Derlis Florentín finiquitase su contratación con el Palmeiras de Brasil.
A partir de ayer y hasta el 31 de diciembre del corriente año, el delantero defenderá los colores del popular “Verdão”. Su fama de goleador hizo que le destinaran la camiseta número 9, demostrando así que llegó para ser titular.
Es el mejor regalos de cumpleaños y de Reyes. El futbolista cumplirá 23 el próximo martes.
ESPERA. Florentín deberá aguardar. Ocurre que, si bien ya está recuperado de la fractura de radio que tuvo en el brazo derecho (a la altura de la muñeca), los médicos del Palmeiras recomendaron que juegue recién a partir de la cuarta fecha (el 19 de enero arranca el torneo paulista).
BIEN COTIZADO. La gran campaña que hizo Derlis, cuyo último club en Paraguay fue Sportivo Luqueño, en el fútbol ecuatoriano (17 goles en 26 partidos) con el equipo del Barcelona de Guayaquil, fue fundamental para lograr este contrato. Incluso, todo equipo que lo quiera comprar deberá ofrecer, como mínimo, seis millones de euros. Solo así Florentín podrá dejar el Palmeiras (que tiene opción de compra del 50% de su pase) antes de la finalización del vínculo.
NO ES REBELDE. Desde su llegada al Brasil, los medios locales se hicieron eco de la supuesta rebeldía que caracteriza al atacante. Sin embargo, el jugador se encargó de desmentir la acusación: "¿Pierdo la cabeza fácilmente? Eso no. Tengo garra. El jugador paraguayo tiene como característica la raza. Yo nunca quiero perder un partido. No soy rebelde, pero tal vez me llamaron así porque siempre grité mucho en la cancha. Yo vine para hacer goles, me gustan los desafíos”.
ENOJO AMARILLO. El Barcelona ecuatoriano exige la devolución de 200.000 dólares en concepto de pago a Ecuafútbol, empresa que posee los derechos federativos del compatriota.
Galo Roggiero, presidente del club, manifestó: “Ya no le queremos acá. Salió de Guayaquil diciendo que el Barcelona era el único club con prioridad para negociar de cara a 2007. No es un hombre de palabra. Queremos la plata, no a él”, expresó.