Las hormigas más productivas de historia operan en el Hospital Central de IPS. El fiscal Arnaldo Giuzzio realizó ayer el sexto allanamiento de la semana, en una vivienda del barrio Mbocayaty de Ñemby, donde fueron detectados más medicamentos e insumos sustraídos de este establecimiento. En total, el costo estimado de los productos ya supera los 700 millones de guaraníes.
La vivienda es propiedad de Juan Fernández, funcionario del IPS, cuya esposa también había trabajado en el Parque Sanitario de la institución. El fiscal Giuzzio adelantó que imputará al involucrado en el supuesto hurto. Aunque la cantidad insumos es muy inferior a la incautada en los anteriores operativos, “es suficiente para demostrar que los funcionarios del IPS se están beneficiando con medicamentos de uso exclusivo de pacientes”, apuntó el agente fiscal.
PORCENTAJE. Por su parte, el presidente de la previsional, Pedro Ferreira, puntualizó que más del 80% de los insumos incautados corresponde al “robo de hormiga”, es decir aquel que se realiza en pequeñas cantidades. El resto involucra partidas que posiblemente son extraídas durante su traslado de un servicio a otro.
Una hormiga de 2 gramos es capaz de transportar varias veces su peso corporal. En el caso de las “hormigas ladronas” del IPS hasta el momento se han incautado más de dos furgonetas de insumos.
Ferreira sostiene que el “hurto hormiga” se da de cuatro formas diferentes: 1) Es cuando el paciente consulta y se le expide un medicamento, pero nunca lo retira de la farmacia porque prefiere no formar la fila. Esa orden ya queda registrada y algún funcionario puede aprovecharla.
2) Cuando el funcionario de la farmacia le dice al usuario que no hay disponible determinado medicamento o le entrega sólo la mitad de la receta. O en el sector de internados, cuando el funcionario confisca los insumos que el paciente no llegó a utilizar.
3) Cuando una persona extraña a la institución se hace pasar por asegurada para retirar remedios.
4) También se registraron casos de pacientes crónicos, que tenían agendado determinado procedimiento pero no acudieron. En esos casos los remedios que le correspondían también pueden ser sustraídos.
Enfermera ya había robado antes
La enfermera imputada por el hurto de medicamentos del Instituto de Previsión Social (IPS), Cyntia Mabel Justiniano Amarilla, fue beneficiada en noviembre pasado con la suspensión condicional del proceso, medida que establece como sanción la realización de algún trabajo comunitario. Con ello la acusada reconoció que robó fármacos, pero igual seguía en el ente.
La profesional de blanco fue procesada el miércoles pasado por un segundo caso de hurto, tras ser detenida con medicamentos pertenecientes a la previsional. Actualmente trabaja en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Central.
El primer caso, donde existe la suspensión del proceso, fue dictado por el juez Miguel Tadeo Fernández, que estableció la prohibición de que cambie de domicilio y la prestación de un servicio comunitario en la Municipalidad de San Antonio, los sábados de 8 a 12. Además, como reparación del daño, pagó la suma de 300 mil guaraníes.
No obstante, como ahora fue imputada nuevamente por la fiscalía, el caso deberá reabrirse y la investigación seguirá hasta que llegue a una condena.
EN SU PODER. Los antecedentes del proceso señalan que el 20 de enero del 2006 se descubrió el robo de medicamentos en el servicio de Urgencias Pediátricas, ubicado en el subsuelo del Hospital Central. Los remedios fueron hallados en la gaveta de Justiniano Amarilla.
Tras la imputación respectiva, pasado el periodo, el fiscal solicitó la suspensión condicional del procedimiento, donde la mujer admitió haber robado los fármacos.
Pese a este argumento, igual fue designada para la unidad de terapia intensiva. De allí, según las nuevas pesquisas del fiscal Arnaldo Giuzzio, volvió a robar medicamentos.
A Tacumbú
Los dos primeros procesados por el hurto de los medicamentos del IPS y de otras instituciones públicas, Elio Jara y Edilberto Benítez Caballero, tienen desde ayer prisión preventiva, que fue decretada por el juez de Garantías Meneleo Insfrán.
Los dos fueron derivados hasta la prisión de Tacumbú, en libre comunicación y a disposición del juzgado. Sobre ambos pesan cargos de reducción y comercialización de medicamentos no autorizados.
Al concluir la audiencia el magistrado señaló que “existen una imputación fiscal, indicios coherentes y el sumario se encuentra en una etapa incipiente, por lo que corresponde derivar a los imputados al penal de Tacumbú".
Los acusados fueron trasladados desde el Departamento de Delitos Económicos, donde estaban recluidos luego de la intervención que realizó el fiscal Arnaldo Giuzzio.
Ambos fueron involucrados por tener en su poder distintos lotes de insumos, elementos quirúrgicos, aparatos y medicamentos como: Amoxilina, Sulbactam, Cefotaxima, Diclofenac, Albúmina Humana, entre otros.
En el lote figuran
drogas controladas
Funcionarios del Ministerio de Salud constataron ayer que entre los medicamentos decomisados por el fiscal Giuzzio varios de ellos eran controlados por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
En ese sentido, María Auxiliadora Vargas de Dentice, jefa del departamento de Inspección, de la citada secretaría de Estado, señaló que hallaron fármacos controlados, que son vendidos exclusivamente bajo receta cuadruplicada por los médicos.
Además, en forma mensual, estas recetas son elevadas a la Senad, junto con un informe mensual de las personas que las utilizaron. Con ello, se facilita la venta dentro del mercado negro, a precios bastante elevados. Informó que todos los medicamentos se tienen en el Parque Sanitario, de donde son distribuidos a hospitales y centros de salud.
Remedios de IPS por todas partes
Resultados de las intervenciones realizadas esta semana por el fiscal Arnaldo Giuzzio.
* Farmacia Manu, ubicada frente al Hospital de Clínicas, propiedad de Gregorio Benítez. Procesado y en Tacumbú.
Allanada el lunes 16.
Se incautaron insumos, implementos quirúrgicos, aparatos y medicamentos con las etiquetas cambiadas, expuestas para la venta.
* Vivienda de Gregorio Benítez, ubicada en las inmediaciones del Hospital de Clínicas.
Allanada el lunes 16.
Se encontraron Amoxicilina, Sulbactam, Cefotaxina, Omeprazol, Ampicilina, filtro para hemodiálisis, Clonazepan, Inalapril, Hidrocortisona, y enormes cantidades de gasa entre otros.
* Casa de Elvio Jara, ubicada en la calle Tarumá casi Fernando de la Mora, en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus. El propietario está procesado y en Tacumbú.
Allanada el lunes 16.
Se encontraron Dopamina, Ampicilina, Cefaloxina, Atorvastina, Novo thidool, Trifamox IBL, Ketorolac, Enoxaparina, insumos tales como gasa, entre otros.
* Vivienda de Cinthia Justiniana, enfermera del IPS, ubicada en la calle San Ignacio 509, frente a la plaza 2 de Febrero, ciudad de San Antonio. Fue imputada por hurto.
Allanada el martes 17.
Fueron encontrados algunos medicamentos e insumos. La funcionaria ya tiene antecedentes de robo.
* Vivienda de Francisca viuda de Rodríguez, en el barrio San Pablo. Fue imputada por reducción.
Se allanó el martes 17.
También se encontraron medicamentos, insumos e instrumental quirúrgico.
* Vivienda del funcionario del IPS Juan Fernández, del barrio Mbocayaty de Ñemby. Su esposa trabajó en el Parque Sanitario del IPS. Será imputado por hurto.
Se allanó el jueves 19.
Se incautaron instrumentales quirúrgicos y medicamentos.