Pedro Ferreira, futuro presidente de la ANDE, manifestó que lo positivo de la Nota Reversal 2/17, que modifica el Anexo C del Tratado de Yacyretá, es que encamina hacia la consolidación de la entidad, considerando la accidentada evolución que ha tenido la ejecución del proyecto en toda su historia.
“Se clarifican los pasivos de la empresa para volverla económica y financieramente viable, dándole certeza en términos del flujo de costos que enfrentará en los próximos años. De esta manera, Yacyretá puede fijar una tarifa competitiva de alrededor de USD 35 USD el megavatio hora (MWh) para cubrir sus costos financieros y de administración, operación y mantenimiento”, señaló en Facebook.
Agregó que este acuerdo posiciona al Paraguay como un país más previsible ante inversionistas del sector energético, ya que al no haber un precio definido de venta de energía de las binacionales se genera incertidumbre.
Sin embargo, el entrante titular de la empresa pública apuntó en que lo negativo del acuerdo pasa por el hecho de que Argentina retiró aproximadamente el 95% de la energía de Yacyretá y Paraguay solo el 5%, factor que no se contempló en el acuerdo para establecer una responsabilidad proporcional sobre la deuda de la hidroeléctrica con el Tesoro argentino.
“Es razonable que los aportes realizados por los socios para financiar la construcción de la represa sean devueltos, en este caso incluso sin el pago de intereses, y a un plazo muy conveniente de 30 años, según lo acordado con el Gobierno argentino, pero hay energía ya retirada que no aportó su parte en la devolución de esos aportes”, precisó.
PANORAMA. Ferreira remarcó que todo lo anteriormente analizado es responsabilidad de los que negociaron, bien o mal, durante el Gobierno de Horacio Cartes, así como de los gobiernos anteriores que establecieron el escenario previo a la negociación. Aseveró que no se puede trasladar toda la responsabilidad a algunos congresistas ni al nuevo Gobierno. Los parlamentarios ya no pueden retroceder el tiempo y ponerse a negociar mejor. Solo pueden aceptar lo negociado, o seguir sin tarifa y confiar en que el Gobierno entrante negociará mejor, señaló. Empero, indicó que la posición paraguaya será mas débil que a inicios de la actual negociación, puesto que Aña Cua ya se encuentra en licitación.
“Nada impedirá que el Gobierno entrante tome lo negociado como un piso y haga lo necesario para seguir mejorando lo acordado. Esto lo hicieron reiteradas veces varios gobiernos en el caso Itaipú, con relativo éxito”, concluyó.