Por sobre todo, hoy por hoy exigimos un control de qué es lo que se está sirviendo en las instituciones educativas en concepto de “alimentación escolar” , explica Aylen Barreto, coordinadora ejecutiva del gremio estudiantil.
Estos problemas podrían derivar hasta en problemas de salud para ese alumno, agrega.
“Pedimos un mayor presupuesto destinado a la educación para que así temas como la alimentación escolar cuenten con más fondos y se alcance a cubrir a todos los colegios de gestión oficial y subvencionados a nivel país”, piden también los secundarios.
Reportan que hay zonas vulnerables donde el complemento ni siquiera llega a sus compañeras y compañeros. “Para nosotros eso es algo preocupante, teniendo en cuenta que es un derecho para nuestros estudiantes y debería de estar garantizado”, afirman.
La Fenaes cuenta que hay alumnos que llegan incluso con el estómago vacío intentando aprender.
“Muchas veces es lo único que llevan en el día a la boca”.
El informe de la Contraloría General ratifica lo que denuncian los jóvenes, con casi 50.000 escolares sin alimentación en las instituciones educativas.