La organización estimó que solo durante la apertura de portones llegaron 500 personas de capital y de Central, en busca de artículos para el hogar, casas para perros, juguetes y vestimenta.
“Encontramos enseguida lo que buscamos; en una casa comercial es muy caro, más del triple del precio y el colchón está en buenas condiciones; falta limpiar un poco nomás”, contó José Cabañas.
Apenas encontraron la cama para la habitación y se mandaron mudar.
Así opinó también doña Limpia de Pereira, quien llegó desde Loma Pytá. “Ya encontré un producto, pero ahora voy a buscar más cosas; vine preparada para llevar cosas que me faltan para la casa”, agregó entusiasmada.
Las zonas más solicitadas tras la apertura de la entrada fueron la de los equipos de aire acondicionado, la sección de camas y colchones; también la de juguetes.
Quejas. Un comprador que adquirió una casa para perros por G. 30.000 reclamó que este año la feria supuestamente no tenía tantos artículos como en ediciones anteriores.
“No hay nada, están caras también algunas cosas”, dijo.
Desde la organización celebraron la edición número 35 de los remates.
“Lo que este año queremos hacer es construir un parque infantil en un asentamiento lejano de Caaguazú”, comentó una de las voluntarias de Corazones, María Paz Irala.
Los portones se abren hoy nuevamente a las 8.30 y las ventas van hasta las 16.00.
Los precios bajarán en la medida en que los insumos tengan salida. El evento se cierra mañana donde los precios serán aún más bajos, una característica igual de tradicional en la feria familiar que se inició en 1982.