En medio de la congoja generalizada, principalmente de los funcionarios del diario ABC Color, despidieron en la víspera los restos del director propietario de ese medio y principal responsable de numerosas empresas del país, Aldo Zuccolillo.
Su última morada esperaba al féretro, que llegó puntualmente a las 16.00 al Cementerio de la Recoleta, luego de partir de su residencia en caravana acompañada de la Policía Municipal de Tránsito; mientras en el Portón 4 del camposanto la espera de los deudos y amigos se amenizaba con cánticos de temas cargados de libertad y optimismo, a pesar del dolor por la partida.
Una marea humana vestida con el típico color amarillo, emblema del medio periodístico, esperó estoicamente casi una hora la llegada del cuerpo, y al ingresar al recinto santo se desató una oleada de aplausos como tributo a los años en que el patriarca del grupo Zuccolillo dedicó a los emprendimientos empresariales.
Narciso Velázquez, rector de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, ofició el responso en la Cruz Mayor, momento en que destacó que, actualmente, cuando “se discuten tantas cuestiones a nivel político y social, necesitamos una inspiración que pueda llegar desde quien partió a la eternidad para sostener la llama de la libertad de expresión”.
Recordó también que al reabrirse el periódico de su propiedad en 1989, instó a todos los trabajadores, incluidos los canillitas, a retomar la labor sin tiempo que perder. El sacerdote mencionó que el mentor del holding de medios es ya parte de la historia del Paraguay.
El doctor Raúl Antola brindó a su turno algunas palabras como amigo personal, enfatizando los principios de verdad y justicia que caracterizaban a Zuccolillo. “Se trata de parámetros para medir a los demás, pero con el corazón abierto en beneficio de los necesitados. La libertad de expresión es la madre de todas las libertades, siempre se encargaba de decir”, expresó.