Los economistas Rubén Ramírez y Hugo Royg coinciden en reclamar una mayor claridad en las prioridades de la agenda económica y que así como en salud pública se logró trazar una línea de acción e información precisa, con objetivos colectivos, exclaman que en el plano económico también se necesita este tipo de liderazgo.
Ramírez manifestó su preocupación respecto a las contradicciones en los mensajes del Gobierno para la reactivación del consumo, ya que por un lado se abre gradualmente la actividad económica, pero se sigue diciendo a la gente que se quede en su casa, motivo por el cual instó a que se trace un plan adecuado para la conducta del consumidor.
“Tenemos que ponernos de acuerdo en generar una información adecuada desde la perspectiva del cuidado de la salud de las personas, que es lo prioritario y primordial, pero de la perspectiva también de la conducta del consumidor para poder reactivar la economía, que es fundamental al mismo tiempo”. expresó.
Royg, por su parte, reconoció que la poca comunicación de parte de las autoridades económicas genera mayor incertidumbre y sugirió llevar adelante un programa de reactivación basado en inversiones en infraestructura, mejora de la productividad y generación de empleos.
“Habiendo utilizado los mecanismos adecuados, ahora son necesarias dos cosas: propuesta de un plan de reactivación claro y con una orientación a la diversidad de sectores productivos, direccionados a determinados sectores, a pymes y a territorios. Así también disminuir la incertidumbre y la comunicación de la política económica”, dijo.
Este lunes, el BCP aplicó la quinta reducción de la tasa de política monetaria en tiempos de pandemia y llegó a un total de 325 puntos básicos. Sumado a los recortes ya efectuados en el 2019 - el año de la “tormenta perfecta” - suman 4,50 puntos porcentuales de rebaja, desde el 5,25% en que este indicador había cerrado el 2018. La estimación oficial para el 2020 es de una caída de 2,5% del producto interno bruto (PIB), por efecto de la pandemia de COVID-2019. En abril pasado, la actividad económica sufrió una merma de 12%, respecto al cuarto mes del 2019, y la demanda de productos y servicios es el componente que no despega.