Jorge Daniel Rodríguez Vera (30), fue detenido el viernes pasado, tras ser denunciado por violencia física y sicológica. Su esposa y su hija menor vivieron momentos de terror, ya que a ambas el hombre les derramó gasolina y estuvo a punto de prenderles fuego. El hecho ocurrió en Concepción.
Días antes, también se reportó un caso de presunto intento de feminicidio. Liz Mariela Paiva (27) –madre de cuatro niños– se salvó, luego de haber recibido dos veces disparos hechos por su ex pareja. Éver Vidal Britos Gómez (27) había llegado hasta su casa para conversar supuestamente y ante la negativa, sacó un arma y jaló del gatillo; sin embargo, las balas no salieron
Nuevamente, el hombre percutió el arma y esta vez sí se disparó, pero ella ya había huido. Otro lamentable caso ocurrió hace poco. Wilma Vera (41) y su hija Débora Barrios (14) fallecieron en manos de la ex pareja de la mujer. La orden de alejamiento contra Celestino Barrios (57) feneció y él aprovechó para ir a violentar a su ex pareja. La hija intentó defender a la madre y terminó apuñalada.
CAMBIAR RESPUESTAS. “Está muy naturalizado el conflicto entre las parejas. Para muchos, la manera de resolver es la violencia, amenazas, golpes. Algunas que tienen armas son personas que evidentemente tienen alguna inclinación a la violencia”, explicó al respecto la sicóloga Raquel Iglesias, experta.
Además, reconoció que muchas veces las personas que están en el ciclo de conflictos y violencia, uno le habla y no se dan cuenta de la realidad.
Acá entran la naturalización de los tratos denigrantes y que eso se tiene como un estilo de comunicación y una habitual manea de responder
Dijo que es cierto que lo que más impactan son los casos extremos (feminicidios), pero que, “mientras tanto –en forma silenciosa, pero sin parar–, crece la violencia intrafamiliar”, donde según el reporte de la Policía, en el 86% de los casos son mujeres las víctimas. Aquí no solo entran parejas, sino que también abuelas, tías, madres, hijas.
Insistió en la prevención primaria, educar para no llegar al extremo.