De su lado, el jefe negociador chino, Liu He, dijo este viernes que el diálogo proseguirá en Pekín pese a los obstáculos encontrados.
“Las negociaciones no fracasaron, al contrario, [los obstáculos son] un giro normal en las negociaciones [...], es inevitable“, señaló ante medios chinos en Washington.
El negociador destacó “tres puntos de desacuerdo“: el retiro de los aranceles punitivos de alcanzarse un acuerdo, como quiere Pekín; sobre la cantidad de productos estadounidenses que China debe comprometerse a comprar para reducir el enorme desequilibrio comercial; y el “equilibrio” en el texto final de cualquier pacto.
El pleito angustia y enoja a muchas compañías y a productores de Estados Unidos que se declararon víctimas de una guerra que también afecta a los consumidores, que deberán pagar más caro lo que compran en las tiendas.
Trump dijo que su decisión futura sobre los aranceles dependerá de los progresos que se hagan en las pláticas y este viernes aseguró que no tiene apuro por cerrar un trato con Pekín por considerar que está negociando desde una posición de fuerza. De momento el mandatario está feliz con los aranceles. AFP