El fenómeno climático ya tiene varios apodos: La bestia del Este para los medios británicos, El oso de Siberia en Holanda, El cañón de nieve en Suecia. Esta ola de frío ha provocado al menos 46 muertos desde el viernes.
Según un conteo: 18 en Polonia, 6 en República Checa, 5 en Lituania, 4 en Francia y Eslovaquia, 2 en Italia, Rumania, Serbia y Eslovenia, y 1 en Holanda. En Estonia, el frío ha provocado 7 muertos en todo el mes de febrero.
En la madrugada de ayer miércoles, el mercurio cayó hasta -21°C en las regiones montañosas de Croacia y Bosnia, -20°C en Lübeck, en el norte de Alemania, -19°C en el sur de Polonia, -18°C cerca de Lieja, en Bélgica, y -10°C en los alrededores de Londres.
En Suiza, se registró una marca de -36°C en Glattalp, a 1.850 metros da altura, un lugar deshabitado donde son frecuentes estas temperaturas extremas. En Francia, la madrugada de este miércoles ha sido la más fría en lo que va del invierno boreal, con -12°C en Metz, en el noreste.
Las temperaturas glaciales, que se mantendrían hasta el jueves, han afectado sobre todo a los sintecho. Tres de ellos perecieron en Francia y en República Checa desde el viernes y dos en Italia, uno de los cuales rechazó abandonar el lugar en el que dormía al raso fuera de Milán. En Bélgica, varias ciudades tomaron la decisión inédita de forzar a las personas sin domicilio fijo a guarecerse en refugios. En Alemania, la Asociación de ayuda a los sintecho reclamó que los centros de acogida estén abiertos durante toda la jornada y no solo por la noche: “También se puede morir de frío durante el día”, insistió Werena Rosenke, directora de la asociación, que censó 4 decesos por hipotermia desde el comienzo del invierno. afp