Édgar Medina
CIUDAD DEL ESTE
Unos 15.000 estudiantes universitarios brasileños, en su mayor parte de la carrera de Medicina y Odontología, inyectan cada mes aproximadamente 15 millones de dólares americanos o más de 80.000 millones de guaraníes a la economía del Alto Paraná. La Dirección General de Migraciones incluso trae su oficina móvil, para la regularización de los documentos, ya que la mayoría ingresa al país como turista.
Desde un tiempo a esta parte, los ciudadanos brasileños de los estados más alejados, como Amazonas, Ceará, Río de Janeiro, así como los cercanos, como Paraná, Río Grande Do Sul o San Pablo, vieron como mejor opción de capacitación al Paraguay por cuestiones netamente económicas.
Los testimonios dan cuenta que una carrera universitaria con las mismas materias y cargas horarias, cuesta varias veces más en el Brasil, a las que se deben sumar los gastos básicos, de alimentación, vivienda y otros, que también son más costosos en el vecino país, según los afectados.
En los últimos días es común ver automóviles con matrículas de las localidades más alejadas del Brasil, ocupados por personas de diferentes edades con uniforme de cualquiera de las universidades que ofrecen las carreras de las Ciencias de la Salud, también conocida vulgarmente como carrera de Medicina.
Los primeros egresados ya están ejerciendo la profesión en su país, luego de realizar una revalidación de sus títulos, lo que hace que otros conciudadanos se animen a probar la continuación de sus estudios en el Paraguay.
BÁSICO. El economista Carlos Aponte señaló que tomando datos básicos, cada estudiante estaría gastando un promedio de G. 5 millones mensualmente, en Ciudad del Este. Esto incluye alquiler de vivienda, sea apartamento o una pieza en una casa particular, alimentación, combustible para los vehículos y aranceles de las universidades privadas.
El monto asciende a más de 80.000 millones de guaraníes, que al cambio actual del dólar equivaldría a más de 15 millones de dólares americanos mensuales, que multiplicado por 11 meses arroja unos 165 millones de dólares americanos al año. El cálculo es estimativo, ya que no incluyen otros gastos como derechos a exámenes y otros gastos extraordinarios que pueden tener los inmigrantes.