“Acá estamos detectando básicamente que hay falsificación de documento público, por un lado, y evasión, por otro. O sea, hay varios delitos que podrían también ser en este caso defraudación o contrabando”, enfatizó.
Indicó que corresponde señalar que esta tarea de control que se está realizando con las facturas es de un aprendizaje para la Aduana, a partir de que es un tema más bien del ámbito de la Subsecretaría de Tributación (SET).
No obstante, apuntó que ahora tienen la posibilidad de cotejar los documentos a partir del contacto con la Oficina Regional de Enlace de Inteligencia (Rilo), las embajadas y un convenio con la Seprelad.
“Lo que queremos con esta revelación es que tenga un efecto disuasivo. No le estamos acusando a nadie. Solo tomamos la precaución para que aún no se difundan los nombres de casos, mientras se realizan el sumario y todas las acciones pertinentes”, manifestó.
Fernández señaló que hay cinco años para investigar los documentos y ahora empezaron el trabajo. Afirmó que los responsables de irregularidades o ilegalidades van a terminar siendo sancionados. “Incluso, muchos pueden terminar en la cárcel por estas situaciones. Queremos que empiecen a tomar en cuenta que la Aduana está formando un equipo fuerte”, aseveró.
Comentó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) se encuentra actualmente en una misión en el país para fortalecer el control posterior.
En cuanto al volumen de movimiento de posible evasión con el modus operandi de las facturas presuntamente falsas, Fernández indicó que aún no pueden cuantificar, pero sí estiman que es gigante, a partir de que son de varios rubros como de electrónica, especialmente, los de importación de vehículos usados que vienen de Europa y productos que también vienen de China.
Anunció que las sanciones van a ser ejemplificadoras, más aún cuando se sabe que los impuestos en Paraguay son bajos. “La gente debería conformarse con lo que tiene que ganar sin ser fraudulentos”, sentenció.