El envío de remesas -el dinero enviado por los trabajadores extranjeros a sus países de origen- desde España se contrajo con respecto al año anterior, en el que se registraron 7.264 millones, también la tercera cantidad más destacada de la UE tras Francia e Italia.
En toda la UE, en 2012, se enviaron 38.778 millones al exterior, de los que 10.332 millones fueron dirigidos a otros Estados miembros y 28.446 millones a países terceros.
Un año antes, las remesas totalizaron los 39.036 millones, con 10.167 millones destinados a Estados miembros y 28.870 a países no comunitarios.
Las remesas tuvieron un crecimiento constante hasta 2008 y en 2009 interrumpieron esta tendencia con motivo de la crisis económica internacional.
Las cantidades dirigidas a países extracomunitarios, en cambio, se han mantenido siempre más abultadas que las que se envían a otros países de la UE, según destaca Eurostat.
En 2010, el envío total de remesas supuso 37.600 millones (9.700 millones permanecieron dentro de la UE y 27.900 millones fueron a parar al exterior), mientras que un año antes se mandaron 38.100 millones en remesas de inmigrantes (10.500 millones a países miembros y 27.600 millones, a no comunitarios).