11 feb. 2025

Escuelas cobran aportes ante el abandono oficial

En tanto el Ministerio de Educación anuncia medidas contra instituciones que aplican aportes obligatorios, las cooperadoras alegan que no reciben ayuda del Gobierno y que no tienen otra salida que cobrar a los padres.

“Si no se cobran los aportes, el local se cae”, indicó la directora de la Escuela Celsa Speratti de Asunción, Miguelina Fernández, describiendo un problema que afecta a la gran mayoría de los centros de enseñanza públicos.
La institución educativa no recibe ni siquiera cajas de tizas del Ministerio de Educación (MEC), desde hace tres años.
En este contexto, el cobro de aportes es la contrapartida que plantean las instituciones que acusan el abandono estatal en materia de recursos para su mantenimiento y funcionamiento.
El Ministerio de Educación no solo estableció la matriculación automática de los alumnos para evitar el cobro compulsivo de los aportes, sino que además prohibió la realización de este trámite en tiempos de inscripción de alumnos. Por otro lado, anuncia la intervención de las escuelas que incurran en la obligatoriedad de esta práctica.
Sin embargo, los padres alegan que si en este momento no recepcionan los montos, las escuelas y los colegios no podrán sobrevivir durante el año, ya que incluso los insumos administrativos (papeles y fotocopias) y de limpieza dependen de los cobros de las comisiones de padres.

CASOS. La cooperadora escolar de la escuela Celsa Speratti, de Asunción, cobra un aporte de G. 20.000 por cada alumno. Pero ya a fines de noviembre del año pasado abrieron las inscripciones y con lo recaudado en esa oportunidad pintaron aulas y repararon pupitres y baños.
La directora señaló que en noviembre elevaron al MEC un pedido de 200 sillas nuevas, pero no tuvieron respuesta por lo que los padres debieron poner en condiciones las existentes, hasta completar el cupo de 40 lugares por aula.
De hecho, recordó que el año pasado la escuela funcionó gracias a las sillas donadas por el colegio Presidente Franco, equipado a nuevo por Itaipú.
La directora de la escuela Juan León Mallorquín, de Sajonia, Olga Cabrera, plantea solicitar mano de obra del centro comunal de la zona para la pintura del local, mientras que en la escuela República de Cuba algunos padres tomaron la iniciativa de reparar los pupitres a modo de aporte.

Antonia Cabrera.
“Nuestra meta es comprar una fotocopiadora nueva para evitar que los alumnos salgan a la calle”, refirió la secretaria de actas de la cooperadora escolar de la escuela Celsa Spertti, Antonia Cabrera, que ayer se encontraba recepcionando los aportes de los padres de familia.
Al justificar el referido cobro aseguró que los montos se constituyen en una necesidad. “Es necesario porque no recibimos ayuda del Ministerio (de Educación). Desde los insumos escolares hasta el pago del salario del portero y los profesores suplentes corren por cuenta de la cooperadora”, subrayó. Informó que mediante el dinero entregado por los padres en noviembre pasado se repararon 80 pupitres, 30 sillas, 17 mesas y 5 pizarrones, y se encararon varias obras.