29 mar. 2024

Escuela Agromecánica funciona con máquinas de 40 años en Caacupé

Directivos y docentes piden la modernización de la institución que depende del MAG. Doscientos egresados bachilleres estudian –algunos internados– en busca, luego, de una rápida salida laboral.

Con tornos, motores y la misma infraestructura que mantienen desde hace cuarenta años, funciona la Escuela Agromecánica de Caacupé (EAC), que atiende a 200 jóvenes que culminaron el bachillerato y buscan una tecnicatura para luego insertarse en el mercado laboral.

El instituto depende del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), desde su creación en 1975.

A diferencia de las demás escuelas agrícolas, en Caacupé los alumnos tienen una formación para aprender a reparar maquinarias que se utilizan en el campo.

En el taller de Mecánica General, varones y mujeres aprenden sus primeros pasos para reparar motores con tornos y soldadores. En este espacio, donde apenas hay lugar para abrirse paso, los jóvenes del primer año pasan la mayor parte del día.

“Todos los tornos funcionan, tienen más de 40 años de vigencia, están desfasados, pero funcionan”, asegura el director del centro educativo, Eladio José Cousiño.

Sucede lo mismo que en otras especialidades industriales. El mercado y la tecnología avanzan a ritmo vertiginoso, mientras los institutos educativos, formales o no formales, se quedan en el tiempo.

Recién a partir del segundo año los jóvenes trabajan con los motores que reparan con los repuestos que salen del taller de Mecánica General.

El director Cousiño lamenta el abandono en que se encuentra la escuela, teniendo en cuenta que sus alumnos son muy requeridos en el campo laboral al culminar los tres años de estadía (dos en el instituto y un año de pasantías en firmas privadas).

Motores. La modernización tampoco llega al segundo taller, donde los jóvenes que pasan al segundo año deben aprender el funcionamiento y la refacción de motores de todo tipo. Desde automóviles diésel o nafteros, hasta tractores de mediano y gran porte.

En la última edición de la Expo, los estudiantes de la EAC se destacaron por su más reciente invento: Una máquina para arrancar mandioca, que fabricaron con materiales reciclados, creada a pedido de vecinos de la zona.

Es que en la escuela el 80% del tiempo se utiliza para prácticas y solo el 20% restante de las horas cátedra se usan para la parte teórica.

Inversión. El director Cousiño asegura que se requieren de USD 200.000 a 300.000 para renovar los equipos de Mecánica General, adquirir nuevos motores y realizar cambios en la infraestructura que permitan que los jóvenes y docentes trabajen de manera cómoda.

“En los talleres hay extractores de aire, pero el poco espacio que tenemos hace que igual estemos expuestos de alguna manera”, relata Cousiño, mientras recorre el taller donde los jóvenes están concentrados reparando equipamientos.

En la sala de informática faltan computadoras y tampoco tenemos internet, damos lo básico. Celia López, profesora de Informática.

Lo más necesario es actualizarse siempre, con mejores herramientas y más modernas. Estela Medina, docente de Mecánica.

Apuntan a la tecnicatura superior
El director de la Escuela Agromecánica de Caacupé (EAC), Eladio Cousiño, lamentó el poco apoyo que reciben en el instituto, alegando que el SNPP, donde los cursos son de apenas tres meses, tienen mayor peso que los tres años de estudio que tienen los jóvenes de las escuelas agrícolas y agromecánicas.“El MEC no aprueba un proyecto que tenemos para que la EAC tenga un rango de tecnicatura superior, lo que permitirá que nuestros egresados opten a mejores salarios e incluso mejores puestos”, asegura.