Hoy meditamos el Evangelio según San Juan 10,22-30.
El papa Francisco a propósito del Evangelio de hoy dijo: “Jesús se presenta como el Buen Pastor y dice: ‘Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos’ (v. 27-28).
Estas palabras nos ayudan a comprender que nadie puede llamarse seguidor de Jesús, si no escucha su voz. Y este ‘escuchar’ no debe ser entendido en manera superficial, sino cautivante, al punto de hacer posible un verdadero conocimiento recíproco, del cual puede nacer una serie generosa, expresada en las palabras ‘y ellas me siguen’ (v. 27).
Se trata de una escucha, no solo del oído, sino de una escucha del corazón.
Por lo tanto, la imagen del pastor y de las ovejas indica la estrecha relación que Jesús quiere establecer con cada uno de nosotros.
Él es nuestro guía, nuestro maestro, nuestro amigo, nuestro modelo, pero, sobre todo, es nuestro salvador. En efecto, la frase siguiente del pasaje evangélico afirma:
‘Yo les doy vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos’ (v. 28).
¿Quién puede hablar así? Solamente Jesús, porque la mano de Jesús es una sola cosa con la mano del Padre y el Padre es superior a todos.
Estas palabras nos comunican un sentido de absoluta seguridad y de inmensa ternura. Nuestra vida es plenamente segura en las manos de Jesús y del Padre, que son una sola cosa: un único amor, una única misericordia, revelados para siempre en el sacrificio de la cruz.
Para salvar las ovejas perdidas, que somos todos nosotros, el Pastor se hizo cordero y se dejó inmolar para tomar sobre él y sacar el pecado del mundo. ¡En este modo él nos ha donado la vida, pero la vida en abundancia!
Este misterio se renueva, en una humildad siempre sorprendente, en la Eucaristía. Es allí que las ovejas se reúnen para alimentarse, es allí que se vuelven una sola cosa, entre ellas y con el Buen Pastor…”.
(Frases extractadas de https://www.pildorasdefe.net/liturgia/evangelio-juan-10-22-30-iv-martes-pascua-jesus-voz-ovejas-padre).