24 abr. 2024

Es urgente que el Gobierno tenga política de transporte que beneficie a la mayoría

El transporte público de nuevo en la mira. En los últimos días coincidieron el inicio de la implementación del billetaje electrónico y el aumento de los combustibles, lo cual fue aprovechado por el empresariado del transporte para plantear cambios en la política solo para beneficio de su sector sin ninguna posibilidad de mejora para la ciudadanía. Es hora de que el Gobierno tome cartas en el asunto y, ahora que se implementa el billetaje electrónico, transparente los costos, evalúe la política y tome las medidas que se requieran poniendo a la ciudadanía en primer lugar.

La ausencia de interés en las personas que usan el transporte público y el perverso vínculo entre transportistas y políticos han mantenido este servicio entre los de peor desempeño y, para colmo, a un alto costo en recursos públicos.

Desde hace años el Gobierno subsidia el servicio sin que se conozca ninguna evaluación ni mucho menos los costos del servicio. Las autoridades no dejan de señalar en los discursos su compromiso con la transparencia; sin embargo, en esta política tan importante para la población hay una total opacidad.

Con la excusa de que aumenta el combustible, el empresariado ya empezó la demanda de incremento del pasaje. Y casualmente con la implementación del billetaje plantea un cambio en la modalidad de asignación del subsidio.

El Gobierno debe transparentar la estructura de costos del sector, evaluar el cumplimiento de las condiciones de entrega del subsidio y analizar la información que provea el uso del billetaje electrónico. Ningún cambio en la política de transporte público debe ser realizado sin justificación o evidencia empírica.

El Ministerio de Hacienda está impulsando el presupuesto por resultados y se encuentra abocado a mejorar la calidad del gasto público. El transporte público es un servicio esencial, por lo que debe estar entre sus prioridades.

El transporte público en Paraguay es uno de los ámbitos sensibles para la ciudadanía y de peor desempeño. Todas las decisiones gubernamentales siempre han estado supeditadas a los intereses particulares de los transportistas.

Los resultados son nefastos. La gente de a pie pierde oportunidades laborales y educativas por la ausencia de movilidad o por los altos costos. Ni hablar de las personas que tienen algún problema físico. Para ellas, pensar en trabajar o estudiar es casi una utopía, no una aspiración posible de concretar.

Calidad no existe. Además de pagar un alto costo, la gente viaja en condiciones inhumanas, con largas horas de espera, sin posibilidad de calcular tiempos de salida ni de llegada y descomposturas en el trayecto.

La falta de previsibilidad en los horarios no solo afecta a la productividad del trabajo, sino también contribuye a la inseguridad ciudadana. Cuanto más tiempo las personas están en una parada o más solas se encuentran en el trayecto, mayores son la vulnerabilidad y la posibilidad de enfrentarse a un asaltante. Así, entramos en un círculo perverso de ineficiencia económica, malestar ciudadano, intereses corporativos que perjudican a muchos, beneficiando a una minoría.

La ciudadanía debe seguir reclamando un transporte público eficiente y de calidad hasta que las autoridades analicen con evidencia empírica rigurosa la situación del sector, pongan a disposición la información e implementen una política con el bien común en primer lugar.

Más contenido de esta sección
El hecho de que la mayoría oficialista del senado haya retrocedido en la barbaridad cometida cuando devolvió fueros a senadores previamente desaforados que están siendo investigados por la Fiscalía, puede verse como que enmendaron un error. Sin embargo, una acción que significó el atropello a la Constitución Nacional no debe quedar impune. Los 23 senadores que votaron por devolverle los fueros a Erico Galeano, Hernán Rivas y Rafael Filizzola, deben ser investigados, pues en un estado de derecho nadie está por encima de la ley.
Hace unos días, fue intervenida una estancia en Fuerte Olimpo, Alto Paraguay, y en el lugar fueron detenidas diez personas de cuyo poder incautaron fusiles AR47 y una avioneta Cessna, además descubrieron una pista clandestina que habría pertenecido a la estructura liderada por el supuesto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y al presunto líder de tráfico de drogas, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico. Resulta insostenible la falta de control del espacio aéreo nacional, ante la impasividad o complicidad de las autoridades.
Aproximadamente, unos 1.300.000 niños y adolescentes paraguayos retornaron a clases en los establecimientos educativos públicos hace unos días, y el escenario que hallaron muchos de ellos ha sido el de una infraestructura deficiente y precariedades. A pesar de que la Constitución Nacional consagra el derecho a la educación, frente a la realidad a la que asistimos, parecen apenas palabras vacías de significado debido a la ceguera de nuestros líderes políticos para anteponer los intereses de la mayoría y apostar por el presente y el futuro del país.
El acceso de los niños a alimentos adecuados y saludables es esencial para garantizar su bienestar físico, intelectual y social. Los programas de alimentación escolar han formado parte de la política educativa desde hace más de un siglo y permanecen en la actualidad, independientemente del nivel de desarrollo de los países y de los ingresos de los hogares. Pero en todos los países el programa se ha planteado de manera integral y tiene alto consenso social. Paraguay no puede ser una excepción. Los cambios planteados solo generaron conflictividad, a la vez de que no garantizarán mejoras sustanciales.
Los agricultores familiares producen la mayor parte de los alimentos frescos y sanos, diversificados y culturalmente apropiados. Generan oportunidades de empleo agrícola y no agrícola, y ayudan a las economías rurales a crecer. La agricultura familiar preserva y restaura la biodiversidad y los ecosistemas, y utiliza métodos de producción que pueden ayudar a reducir o evitar los riesgos del cambio climático. La agricultura familiar es fundamental para mantener la capacidad adquisitiva de los ingresos de todas las familias y para reducir la pobreza en el sector rural. Dejarla en el abandono es poner un obstáculo al crecimiento sostenible, al bienestar de los hogares y al desarrollo del país.
La violencia contra las mujeres es una preocupante realidad en el Paraguay. En este Día de la Mujer Paraguaya debemos recordar los datos de las instituciones que señalan que, pese a las leyes, los casos de violencia en el hogar y los casos de feminicidio no disminuyen. Estamos lejos de ser una sociedad que respeta y valora las capacidades de las mujeres; prueba de ello es el aumento en el último año de la violencia política. Este es un indicador del largo camino que nos falta andar para ser una sociedad verdaderamente democrática.