Equipados con viandas de comida, gaseosas y tortas, aguardaban ver a sus familiares para pasar las horas previas a la Nochebuena.
Entre abrazos y llantos de emoción celebraron por anticipado la Navidad las 490 internas que están recluidas en el Buen Pastor, como ya se hizo tradición.
Hasta las 15.00 de la tarde tuvieron la oportunidad de compartir el almuerzo con sus familiares. Luego, cada una pudo compartir en sus respectivos pabellones hasta las 23.00 horas, donde acostumbran celebrar anticipadamente la festividad, confirmó la directora Ana Dina Coronel.
Tacumbú. En la cárcel más grande del país, en Tacumbú, también se pudo vivir el espíritu navideño desde temprano con una celebración religiosa, presidida por el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, que quiso ir a pasar con las personas privadas de libertad las horas previas al nacimiento del niño Dios, como él mismo lo repitió varias veces en el mensaje que dio a los internos que colmaron el templo de la Parroquia de la Virgen de la Merced, situada en el predio del penal. “Anive jañorarirõ, anive jaikovai”, se animó a cantar el obispo en medio de su homilía, queriendo transmitir un mensaje de unidad a las personas que lo escuchaban. “Qué lindo tener el sentimiento de ayudarle, de pasar la mano, de ser paño de lágrima para el prójimo que sufre. Si cada uno de nosotros hace eso, nuestra comunidad va a ser más cristiana. La Navidad es un mensaje en familia. Ustedes hacen aquí una linda familia”, expresó el religioso.